Y estaba en lo cierto, veinte minutos más tarde Drew y Solange, entraron en la sala y por su expresión saltaba a la vista su disgusto con esta “encerrona” en su propia casa
— Nicholas, mantengo mi postura desde la última vez que hablamos y reitero que como familia hemos decidido desvincularnos de Vanessa, y sus malas decisiones por lo que no creo que tengas nada interesante que decirnos al respecto
— Drew, sé que no es el modo pero queremos hablar contigo y Solange, solo tienen que escuchar
Explicó con impaciencia, su calma no era buena señal, y en cuanto a él, solo pensaba en sacar a Danielle, de allí, Lee, le advirtió que una situación de estrés sería suficiente para adelantar las cosas
— Entonces… ¿ella es tu esposa? —preguntó Drew, ignorando su impaciencia
— Si, ella es mi esposa Danielle
— Buenos días señor Mitchell, gracias por su tiempo
— Veo que ya llega a la meta señorita ¿cuándo es la fecha?
— Dentro de 7 semanas, pero debemos estar preparados puede ser en cualquier momento señor —comentó Danielle, muy atenta de su esposo
— Muy bien, bueno vamos a oírlos pero no prometo nada, no me interesa tener relación con Vanessa, luego que se arrastrara tanto por un hombre y cometiera tantas imprudencias
— Por un hombre no Drew, por mi dinero, solo le interesaba convertirse en una esposa trofeo y así no tener que trabajar en su vida
— Como sea esa mujer ya no es mi hija, la desconozco —dijo Solange decepcionada
— Ha perfeccionado el arte de la manipulación haciendo lo necesario para conseguir lo que quiere y yo ya no soy de su interés, al menos no de ese modo
— ¿Insinúas algo Nicholas?
— Drew, usa el sexo para conseguir lo que quiere, lo hizo con Don Phillips, para que le comprara un edificio, el edificio donde vivía mi esposa
— ¿Y por qué diablos iba a querer un edificio de apartamentos? —espetó con disgusto
— Ese hombre es repulsivo, mi hija tiene buen gusto —la defendió Solange
— Sol..
— Yo puedo explicarle eso señora —interrumpió Danielle—. De hecho podemos simplificar y acortar toda esta conversación si ustedes nos escuchan y nos dicen hasta dónde están al tanto de las…, cosas que hizo su hija
— ¿Ella tomará la palabra? —preguntó Drew, en un sutil tono de burla, evidente en un hombre machista como él.
— Sí, y deberías tomarlo en serio, no es un juego y tú familia será la única perjudicada y tus negocios claro
Nicholas, no iba a permitir que nadie hiciera sentir inferior a su esposa, menos un hombre como él, que piensa que las mujeres solo están para atender y complacer.
— El reloj corre, no pienso perder toda la tarde en esto, vamos, hable ya Señora Allen
— Bien, puesto que no está dispuesto a decirnos hasta qué punto conoce acerca de las acciones de Vanessa, le haré un breve resumen —tomó aire—. Forzó la puerta de mi apartamento, robó a mi gatita, agredió a mi vecino de 10 años intentando tirarlo por las escaleras, me golpeó, compró mi edificio acostándose con el padre de mi mejor amigo para echarme a la calle, se presentó en nuestra boda como una loca desesperada, intentó secuestrar a un niño de 10 años fingiendo ser yo, suplantación de identidad, creo que lo llaman, se metió en mi habitación y nuevamente me agredió, a una mujer embarazada ¿qué tan malo suena eso?
Ni Drew, ni Solange, tuvieron algo que decir, solo se miraron a los ojos tensos y preocupados por lo que tuviesen para decirles o lo que fueran a pedir.
— Señor Mitchell, si aceptan todos los cargos y tenemos un juicio limpio y simple estamos dispuestos a proponer que la sentencia se cumpla de otro modo y no en prisión, porque se imaginará lo que un lugar como ese le hace a mujeres bonitas y de clase alta con problemas de grandeza
— ¡No nos amenaces! —alzó la voz Solange, furiosa
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