Cuando iban en la segunda taza el celular de Danielle, comenzó a sonar interrumpiendo su conversación así que levantándose con prisa fue por su teléfono y en el interior de su bolso el que dejó junto a la entrada de la casa. En la pantalla brillaba la sensual foto de contacto de su novio. Era Nicholas
— Nic, hola —instantáneamente su sonrisa se expandió
— Cariño ¿estás bien? Me encuentro fuera de tu apartamento y no atiendes la puerta. Vas a tener que darme una llave ¿dónde estás?
— ¿Qué? —soltó sorprendida por aquella petición—. ¡Ay no! Se me pasó la hora, vine a ver a Mika, necesitaba hablar con ella y me olvidé del celular, lo siento Nic
— Está bien amor, voy a ir a recogerte, pasaremos todo el fin de semana en mi casa
— De acuerdo, no puedo esperar a verte
— Te amo, nos vemos en unos minutos
Y antes que ella pudiese regresarle aquella declaración de amor Nicholas, cortó la llamada dejándola pasmada. Seguía causándole mariposas en el estómago cada vez que decía aquellas dos palabras
— ¿Ya te vas? —preguntó Mika, luego de haber escuchado su corta conversación
— Aun no, Nic, viene a buscarme
— De acuerdo, entonces ahora que dejamos las lágrimas de lado ¿quieres probar mi nueva receta de pie de limón?
— Demonios, nunca me puedo negar a un postre —se quejó—. Aunque Wes, me haya llenado de comida no hace mucho
— Vuelves a tener apetito, eso es bueno Dani
— De pronto siento que tengo mucha hambre, como si mi estómago tuviese que ponerse al día
— ¿Como antojos? —dejó la leve insinuación flotando en el aire mientras se levantaba del sofá
— ¿Qué? No, no es algo específico, lo quiero todo, incluyendo vegetales —explicó con prisa—. Aunque no he tocado uno solo en días
— Pues deberías, estás demasiado flacucha, necesitas vitaminas
— Oye tu solo tienes 4 meses y ya ruedas ¿al menos te ves la punta de los pies? —bromea aunque hablaba en serio
— Iré a ver si los chicos quieren venir a comer —anuncia ignorando su comentario
— ¡No te apresures o rodarás! Y NO TE ESCAPES GLOTONA —se burla divertida y tremendamente aliviada
— Creo que necesito hacer pis —anuncia girándose a medio camino—. Ve tú a buscar a los chicos, por favor
— De acuerdo
Soltando una profunda exhalación Danielle, observó a su embarazada amiga alejarse por el pasillo, ella sí que estaba comiendo, había aumentado muchísimo en solo 4 meses.
Sintiéndose mucho más ligera y tranquila luego de haber dicho todo lo que necesitaba Danielle, se levantó del sofá y se dirigió al estudio de Leo. Cuando llegó allí la puerta estaba abierta y del interior no se oía nada, al menos por unos instantes pareció que estuviese vacío, pero de pronto la voz de Wes, se escuchó y muy seria para tratarse de su relajado amigo así que llevada por la curiosidad y preocupación se pegó al marco de la puerta para averiguar lo que sucedía ¿de qué hablaban? Y en privado
— No creo que Daniel, conozca a ese idiota
Dijo Wes, manteniendo su tono serio mientras Leo, continuaba hablándole
— Tampoco lo creo pero Ulrich, parecía conocer bastante bien su pasado —continúa Leo
— Paul Ulrich, es una sanguijuela a la que solo le gusta ganar dinero, un abogado sucio, agresivo
— Es su forma de ejercer, no hay nada ilegal Wes
— Detesto a ese tipo de idiotas, y ahora se quiere meter con Dani, no lo voy a permitir
Confundida decidió salir de las sombras y entró sin molestarse en tocar
— ¿Qué pasa con Paul Ulrich?
— ¡Dani! No te escuche venir —soltó Leo, sorprendido
Estaba intrigada, no entendía por qué ese hombre era tema de conversación. Después de cómo acabaron las cosas en el desfile de Theo, no creía que fuese un problema para nadie.
— ¿Qué pasa? ¿Por qué están hablando de ese hombre? ¿Y qué tiene que ver mi papá?
Exigió calmada pero muy seria. Lo último que deseaba Danielle, eran problemas alrededor de su papá ya que fueron los que lo metieron a la cárcel donde casi lo matan.
— Leo, respóndeme por favor —insistió
Sacudiendo ligeramente su cabeza para salir del estupor Leo, se acercó hasta Danielle, la tomó de la mano acercándola hacia el sillón dónde se encontraba Wes, apoyado en el respaldo
— Tú…, tu papá se encuentra bien, y antes que te contemos de qué se trata todo esto quiero decirte que yo solo necesitaba la opinión de Wes —explicó un nervioso Leo, sentía como si le ocultara un gran secreto
— Creo que debería saberlo, de todos modos se enterará —comenta Wes, acercándose a ella
— ¿Qué pasa? Están actuando medio extraños ¿y desde cuándo cuchichean? Me están asustando
— Nos mantenemos en contacto, ya sabes, cosa de colegas —bromea Wes, aunque lo decía en serio
— ¿Y? —insistió Danielle, con impaciencia
— No es nada grave Dani, pero el idiota quiere verte —respondió Wes
— ¿A mí? ¿Y para qué?
— Hace unos días hubo una situación y Paul, me contactó, es un hombre de recursos que conoce a mucha gente y le deben favores —comenzó a explicar Leo
— Leo, solo ve al grano no lo suavices para mí
— Le llegó información acerca de tu papá..., aparentemente Daniel, tuvo una pelea y acabó en la cárcel
— Pero... ¿qué le pasó a mi papá? ¿Por qué Paul, está involucrado y porqué te llama a ti Leo? No lo entiendo, por favor explícame —pidió angustiada, no quería a su papá de regreso en la cárcel
— Mi teoría es que como era el enamorado de Frida, la mujer lo hizo investigarte y como tú y Mika, son amigas llegó hasta mí, o ha querido decir absolutamente nada al respecto
— ¿Mi papá está en problemas?
— No, Paul, lo sacó enseguida y ahora quiere que se vean, no me dice más, hizo que eliminaran el expediente de Daniel, así que no puedo averiguar lo que sucedió realmente con tu papá
— ¿Por qué no me llamaste para decírmelo Leo? ¿Hace cuanto sucedió?
— Solo no quería complicarte..., sé que es una fecha difícil y decidí hablar con Wes, él sabe más acerca de cómo te encuentras y solo buscaba no agobiarte, discúlpame Dani, por favor
Conmovida con la preocupación de Leo, aceptó su disculpa tomando su mano para calmarlo.
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