Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate romance Capítulo 290

Después de todo, si Alicia puede bloquear tantos celulares, seguro también puede hackear el de ella.

¡Justo por eso, porque Alicia reveló esos videos y fotos como evidencia, la ha perjudicado tanto!

—Lucía, ahora estás bajo fianza, no cause más problemas. Gabriela está negociando un compromiso matrimonial con la familia Mendoza, y si armas un escándalo y terminas en la cárcel, ese compromiso fracasará.

—¿Acaso solo te importa Gabriela y no a mí? Si Gabriela se va a comprometer con la familia Mendoza, ¿no sería fácil castigar a una Alicia?

¿Por qué Alicia sigue siendo tan arrogante frente a mí?

—Mamá, no es eso lo que quiero decir. Una vez que el compromiso de Gabriela esté asegurado, entonces puedes castigar a quien quieras sin que nadie te detenga.

—¡No puedo soportar esta humillación! Esta persona inferior de un pequeño lugar se atreve a ser tan arrogante. ¡Debo hacer que su final sea miserable!

Lucía, incapaz de aceptar el insulto, habiendo tenido una vida tan fácil hasta que fue vencida por alguien de un lugar tan rudimentario.

No dejará que esto termine así.

—

Al día siguiente, Alicia se despertó naturalmente sin alarma.

Después de levantarse, decidió ir al gimnasio a practicar boxeo, ya que, después del incidente con Bruno, había encontrado un renovado interés en el boxeo.

Pero antes de salir, recibió un mensaje de Roberto: [¿Qué planes tienes para el fin de semana?]

Mientras caminaba, respondió: [Recién me inscribí en un gimnasio, voy a entrenar un poco.]

La casa que había comprado no estaba lejos de la Universidad Autónoma de San Martín, así que tomó una bicicleta compartida para ir allí.

Su entrenador le había dicho que no estaba en muy buena forma física, que tenía poca masa muscular y necesitaba más fuerza.

Antes de salir, echó un último vistazo a su celular, pero Roberto no había respondido.

Decidió guardar el celular y se fue en bicicleta al gimnasio.

En el otro lado de la calle, había un auto de lujo estacionado.

Roberto observó a Alicia alejarse en bicicleta y finalmente decidió no enviar otro mensaje.

Sara, resignada, dijo: —Llevaron a Patricia a declarar, porque Bruno confesó todo, incluso que Patricia lo llamó para proponerle que te tendiera una trampa. ¡Hay pruebas de todo!

La universidad podría haber protegido a Patricia, dándole solo una sanción, pero Bruno la delató.

Alicia no dijo nada al respecto.

El desarrollo de Patricia hasta este punto era consecuencia de sus propias acciones.

El lunes por la mañana había clases.

Cuando Alicia llegó a la entrada del aula, una pareja de mediana edad la detuvo.

—¿Eres Alicia, verdad?

Ella recordaba que probablemente eran los padres de Patricia, a quienes había visto una vez al comienzo del semestre.

Alicia asintió: —Sí, soy yo.

La mujer levantó la mano y le dio una bofetada a Alicia: —¡Tú causaste todo esto a Patricia!