Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate romance Capítulo 291

Alicia, impasible, agarró la muñeca de la mujer de mediana edad.

Ella dijo con un tono helado: —¿Qué tiene que ver eso conmigo?

—¿Cómo que no tiene nada que ver contigo? Claramente estás coqueteando con ese tal Bruno, permitiste que ese mal hombre entrara al dormitorio femenino. Ustedes son quienes andan mezclando relaciones, e incluso involucraste a Patricia.

—Es verdad, Patricia siempre ha sido obediente y correcta, ¿cómo podría hacer algo así? Está por todo internet, ¡que tú y Bruno estuvieron enredados en el dormitorio!

Alicia soltó de un tirón la mano de la madre de Patricia: —Todos en el club de batalla saben que Patricia perseguía a Bruno, incluso pasaban noches fuera, tu buena hija solo está mintiendo.

¡No esperaba que Patricia no les dijera la verdad a sus padres!

—Eso también es culpa tuya, sabías que ese mal hombre había lastimado a Patricia, incluso grabó un video amenazante. ¿Por qué no ayudaste cuando Patricia te lo pidió?

Alicia pensaba que Patricia mentía.

Ahora parece que Patricia desarrolló esa personalidad a causa de sus padres.

Alicia elevó la voz: —Patricia fue forzada por ese mal hombre a tomar fotos y videos desnuda, me pidió ayuda y no lo hice. ¿Y qué más? ¿Por qué no sigues?

La mirada de la mujer de mediana edad titubeó.

—Si tú no vas a hablar, entonces déjame decirlo. Después, Patricia contactó a Bruno, planeando que se infiltrara en el dormitorio femenino, y luego me hizo beber agua con drogas. ¡Esa es la verdadera razón por la que atraparon a Patricia!

Los compañeros alrededor comenzaron a discutir.

—Así que era eso. Patricia es ingenua, Bruno siempre ha tenido mala reputación y aún así ella lo buscó.

—No es de extrañar que aquella noche en el dormitorio femenino, Patricia saliera corriendo hacia Bruno y confesara públicamente lo ocurrido.

La madre de Patricia, furiosa y avergonzada, exclamó: —¡Alicia, si hubieras accedido a ayudar a mi hija desde el principio, nada de esto habría sucedido!

—Primero, Patricia fue engañada por ese mal hombre, eso no tiene nada que ver conmigo. Segundo, si fue engañada, podría haber llamado a la policía, no tengo la obligación de ayudarla.

La mujer de mediana edad comenzó a llorar de inmediato: —¡Pero son compañeras de habitación, cómo puedes ser tan cruel!