Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate romance Capítulo 295

—¡Ay, ay, ay, me van a romper los dedos!

Alicia torcía los dedos de Lucía, y rápidamente, María corrió hacia ellas.

María se apresuró a decir: —¡Alicia, suéltala ya, hay mucha gente mirando!

—Hay mucha gente mirando, pero fue Lucía quien empezó.

Alicia soltó la mano y Lucía cayó al suelo.

María rápidamente ayudó a levantar a Lucía: —¿Estás bien?

Lucía gritó histéricamente: —¿Qué esperas? ¡Ve y rómpale los dedos a esa campesina!

—¡A ver quién se atreve a tocarla!

Vicente avanzó con paso firme hacia el escenario, mirando a Lucía: —Señorita Lucía, está cometiendo un delito a la vista de todos, ¿quiere volver a ser detenida?

María, al ver a Vicente aparecer, se puso nerviosa.

Lucía preguntó fríamente: —¿Y tú quién eres? ¿El amante de Alicia?

—Hable con respeto, Alicia es mi hermana.

—¿Alicia no es huérfana? ¿Cómo que tiene un hermano?

Vicente respondió seriamente: —Alicia no es huérfana, es la señorita de la familia García de Vientomar, solo que ella es muy discreta y nunca lo menciona.

Lucía, sorprendida, dijo: —¿Pero María no es la señorita de la familia García? ¿Cómo que ahora es Alicia?

Lucía miró de reojo a María, quien siempre había afirmado ser la señorita de la familia García.

El rostro de María casi no podía mantenerse.

María rápidamente miró a Vicente: —Vicente, con tanta gente aquí, mejor hablemos abajo.

No podía dejar que los demás supieran que ella era solo una hija adoptiva.

¡De lo contrario, cómo podría seguir avanzando en su círculo social en el futuro!

—María es solo nuestra hija adoptiva, la hija del chofer, ¡Alicia es mi verdadera hermana menor!

Vicente aclaró públicamente la identidad de Alicia.

¿Por qué me humillas públicamente?

¿Por qué?

Pero Vicente ni siquiera miró a María, sino que se giró cuidadosamente hacia Alicia: —Alicita, Vicente ha cometido muchos errores en el pasado, y después de reflexionar durante este tiempo, sé que te he hecho daño.

No espero que me perdones, solo espero compensarte más, para que nadie te vuelva a molestar.

El semblante de Alicia estaba completamente sereno: —¿Pero alguna vez preguntaste si necesitaba que hicieras eso?

—Solo vi que te estaban molestando y pensé en aclarar tu identidad.

—Mira, no me preguntaste qué necesitaba, pero asumiste que todo lo que hacías era compensarme. Al final, solo te conmoviste a ti mismo.

Alicia no quería decirle a nadie su relación con la familia García.

Pero hoy, Vicente lo anunció públicamente.

Incluso dijo que era para protegerla, aclarando específicamente que ella era una dama de familia adinerada.