Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate romance Capítulo 304

¡Alicia había dejado la computadora ahí a propósito para que ella la viera!

Cuando María se dio cuenta del problema, se desplomó en la silla. ¿Qué vamos a hacer? ¿Qué vas a hacer?

Todo estaba perdido.

La situación dio un giro inesperado.

Alicia, con una sonrisa enigmática, dijo: —Recuerdo que en nuestro evento hay una regla: si alguien hace publicidad engañosa, emplea todos los medios para callarles la boca...

—Será descalificado.

Jorge al final comprendió que también había caído en la trampa de Alicia.

Hace un momento, Alicia había actuado tan bien solo para hacer que él mordiera el anzuelo. Ahora, aunque quisiera, no podría dar ninguna explicación convincente.

Jorge había llegado con plena confianza, decidido a humillar a Alicia.

Pero María había robado la idea de Alicia y, en efecto, era brillante. Para asegurarse el éxito, decidió utilizarla.

También quería darle una lección.

Sin embargo, si se descubría que se habían saltado las reglas, su empresa perdería la oportunidad de participar en el proyecto.

Jorge no quería perder.

Podía dejar pasar este proyecto, pero jamás permitiría ser derrotado por Alicia.

Miró al director y dijo: —Hay más detrás de esto. Puedo explicarlo.

—Presidente Jorge, por favor, regrese a su asiento. La presentación debe continuar. En cuanto a este asunto, lo discutiremos después.

Jorge bajó del escenario a regañadientes.

Alicia subió con su computadora y, al cruzarse con él.

Le susurró con ligereza: —La victoria es para los fuertes. Muchas gracias por demostrarlo en persona.

Jorge se detuvo por un instante, su rostro se apagó.

Miró a María con una expresión de miedo.

María encogió el cuello, sintiendo un sudor recorrerle la espalda.

¡Había metido la pata hasta el fondo!

Observó a Alicia en el escenario con los ojos llenos de desprecio. ¡Mierda! ¿Por qué putas no cayó en la trampa? ¡¿Por qué no puede perder contra mí ni una sola vez?!

Veinte minutos después, la brillante presentación de Alicia llegó a su fin.

La sala quedó en completo silencio.

El director se puso de pie y comenzó a aplaudir.—Excelente presentación, Alicia. Tus ideas son muy interesantes, aunque algunas partes no nos quedaron del todo claras. Tendremos que discutirlo más a fondo en otra ocasión.

—Por supuesto, estaré encantada de hacerlo.

Alicia dejó escapar un leve suspiro de alivio. Después de todo, la presentación no estaba del todo terminada y tuvo que improvisar sobre la marcha.

Los miembros de Grupo Andes estaban impresionados con su resultado.

Uno de los responsables le preguntó: —¿Cuándo preparaste todo este material de la exposición?

La presentación de Alicia había sido sorprendente.

—Lo hice anoche a última hora. No está del todo pulido, por eso no tuve tiempo de compartirlo con ustedes. Además, nunca pensé que hoy lo necesitaría.

El responsable, con confianza renovada, se volvió hacia el director: —Director, ¿cómo se manejará el caso de plagio del Grupo García?

Jorge, clavó la mirada en Alicia.