O romance Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate Capítulo 306 foi atualizado com muitos detalhes inesperados, resolvendo diversos conflitos emocionais entre os protagonistas. Além disso, o autor Internet demonstra grande habilidade ao criar situações únicas e envolventes. Acompanhe Capítulo 306 da série Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate, escrita por Internet.
Palavras-chave pesquisadas:
História Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate Capítulo 306
Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate por Internet
María encogió el cuello y puso una expresión de tristeza.
Jorge le echó una mirada a María y luego, con evidente descontento, se volvió hacia Raúl: —Eres su hermano, al fin y al cabo. ¿Cómo puedes lavarte las manos y dejar que María cargue con todo?
—¡No, no, Jorge! ¡De verdad, esto no tiene nada que ver conmigo! ¡Yo no fui!
—Ustedes dos vinieron juntos. Aunque fue Mari quien habló todo el tiempo, tú estabas al tanto de todo y participaste sabiendo.
—¿Y ahora que todo salió a la luz, solo dices que no tienes nada que ver?
Las palabras de Jorge dejaron a Raúl al borde del colapso.
¡Él de verdad no había hecho nada! ¡Todo había sido idea de María!
Raúl miró a María con urgencia: —Díselo tú, explícale a Jorge. ¿Fui yo o fuiste tú sola? ¡Incluso intenté detenerte varias veces!
María frunció los labios y respondió en voz baja: —Sí, es cierto, Jorge. Todo esto lo hice por mi cuenta.
Jorge la tomó del brazo y la acercó: —Está bien, no tengas miedo, María. Raúl no puede asustarte mientras yo esté aquí. No tienes que cargar con todo sola.
María asintió dócilmente.—Si Alicia insiste en llegar hasta el final, que lo haga conmigo. No quiero que esto afecte el futuro de Raúl.
—¡María! ¿Qué pendejadas estás diciendo?
Raúl la miró con incredulidad. ¡Esto no tenía nada que ver con él!
Pero, a los ojos de Jorge, él también era cómplice.
En ese momento, Alicia se acercó con una sonrisa.—Bueno, ¿ya decidieron cómo van a solucionar esto? Todos están esperando una respuesta.
Jorge arrugo la frente y bajó la voz: —Alicia, no esperaba que jugaras tan sucio.
—¿No fuiste tú quien me enseñó? Aprendo rápido, ¿no te parece?
Alicia sonrió con calma.—Señor Jorge, mejor piense cómo va a resolver esto. Así también puedo seguir aprendiendo, aunque dudo que me haga falta.
—¡Es que...!
Jorge estaba furioso.
María se escondió detrás de él, sin atreverse a decir nada ni a enfrentar a Alicia.
Jorge reprimió su enojo y preguntó con voz grave: —Alicia, ¿qué es lo que quieres?
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate