Resumo de Capítulo 308 – Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate por Internet
Em Capítulo 308 , um capítulo marcante do aclamado romance de Reencarnación Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate, escrito por Internet, os leitores são levados mais fundo em uma trama repleta de emoção, conflito e transformação. Este capítulo apresenta desenvolvimentos essenciais e reviravoltas que o tornam leitura obrigatória. Seja você um novo leitor ou um fã fiel, esta parte oferece momentos inesquecíveis que definem a essência de Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate.
María se la jugó toda.
Después de todo, si las cosas empeoraban mucho más, no sería mucho peor que esto.
Apostó a que Alicia no tenía el video de vigilancia.
Jorge resopló con desgano: —Alicia, ¿No quieres mostrar las grabaciones del bar? No tengo interés en verlas.
—Pero yo sí.
Raúl miró a Alicia. Quería confirmar qué era exactamente lo que Vicente había visto en esos videos.
¿Sería cierto lo que Vicente dijo? ¿Qué María le había rociado algo a Alicia?
Aunque esa grabación no existiera, Raúl acababa de ver con sus propios ojos cómo María mentía. En el fondo, ya tenía su propia respuesta.
Desde el principio, debió haberle creído a Vicente.
Jorge le lanzó una mirada de desprecio a Raúl: —No hay nada que ver.
Al notar la actitud protectora de Jorge, María sintió alivio en su interior. Había apostado bien.
Incluso si Alicia tenía una copia del video, Jorge no se pondría de su lado.
Con voz temblorosa, María murmuró: —Jorge, todo lo que hice ese día en el bar fue porque Lucía me obligó. No fue mi intención.
—No te preocupes, Te creo.
Jorge miró a Alicia y declaró con firmeza: —Ahora ya no tienes nada contra nosotros. Veamos qué harás.
María sintió una pequeña victoria. Ahora, Alicia ya no podría hacerle nada.
—¿Y quién dijo que yo no tengo nada?
Alicia sacó su celular y reprodujo un video.
En la grabación se veía con claridad a María sentada frente a la computadora, tomando fotos con su celular.
También aparecía Raúl descubriéndola y la conversación entre ambos.
Cuando Alicia escuchó a Raúl aconsejarle a María que se disculpara, su mirada titubeó por un instante.
Pero al final, él también había caído en las mentiras de María.
¿Acaso querían verla fracasar?
¿Que regresara tan derrotada a la familia García?
El director tomó la palabra: —Señor Jorge, ¿tienen algo más que decir?
Jorge apretó la mandíbula.—Yo por mi parte, no tengo nada que decir.
Las pruebas se habían acumulado una tras otra, dejando en ridículo la defensa del Grupo Financiero García.
Cuanto más intentaban justificarse, más evidente era su mentira.
—Alicia, así que planeaste todo esto desde el principio. Paso a paso, tramaste contra tu propia familia.
Alicia respondió con indiferencia: —Fueron ustedes quienes me amenazaron primero.
Ella no había planeado hacer esto.
Fueron los García quienes la obligaron.
Y agregó con tono simple: —Además, ustedes no son mi familia. No lo merecen.
Jorge, furioso, levantó la mano para golpearla en frente de todos.
Pero Alicia ni siquiera movió un dedo. Lo sujetó de la muñeca.
Giró el cuerpo con precisión y lo derribó con un movimiento de judo.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate