Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate romance Capítulo 362

Alicia respondió con una serie de puntos suspensivos.

Roberto echó un vistazo al celular, lo lanzó a un lado y condujo de vuelta a casa, su ánimo elevado.

Alicia reconsideró en ese instante su respuesta y no pudo resistirse a enviar un emoticón de golpear a un cerdo.

La frase que había dicho antes, realmente, carecía de sentido.

...

Al día siguiente, Alicia fue despertada por el teléfono.

Sin clases en la mañana, había planeado dormir hasta tarde.

Sobresaltada, su tono de voz fue agrio: —¿Quién es?

—Alicia, nunca pensé que fueras tan despiadada. ¿Por qué tenía que llegar a esto? Asumí todos los cargos, ¿por qué era necesario hacerlo público en los medios? ¿No te bastaba con verme completamente arruinado?

La voz de Raúl estaba cargada de tristeza y furia a la vez.

Alicia, bostezando se sentó: —¿Estás loco o qué? Yo no he publicado nada.

—Revisa las noticias del círculo de eSports y dime, ¿quién más podría haberlo hecho?

Raúl comprendió que su carrera estaba prácticamente acabada al ver la noticia.

Los patrocinadores no dejaban de llamar, exigiendo la cancelación del contrato.

El gerente del equipo le comunicó que muchos jugadores contemplaban abandonar el equipo.

Raúl, furioso, le replicó: —Alicia, reconozco que me equivoqué, y hasta aceptaría ir a la cárcel, pero ¿era necesario llevarlo a este extremo?

Alicia encendió su celular y vio la noticia a la que Raúl se refería.

[El Grupo García sospechoso de robar secretos comerciales, un experto del círculo de eSports personalmente involucrado.]

Ella echó un vistazo al contenido del informe.

El informe no especificaba cuáles eran los secretos, ni mencionaba a Raúl por nombre.

Con la divulgación del escándalo por parte de la empresa de Jorge, las acciones se desplomaron.

Después de leer, Alicia comentó con frialdad: —Creas o no, yo no tengo nada que ver.

—Aparte de ti, no imagino a nadie más con esa capacidad. Pero si fuiste tú, tal vez Carlos te busque.

Después de todo, María seguro recurriría a Carlos.

—Por ese tipo, Carlos, no tienes que preocuparte.

Valentín hizo una pausa: —¿No sabes acaso quién soy?

—Sí, Roberto me lo dijo.

Valentín: —¿?

¿Qué significa eso? Roberto, ese tipo, para mantener el secreto, traiciona a sus amigos. ¡Perfecto!

—Alicita, quién sea yo no importa, al final, somos amigos. Si ese tipo, Carlos, te llega a molestar, solo dímelo.

Alicia sonrió, sabiendo que Carlos realmente no podría molestarla.

De repente, preguntó: —Y cuando conociste a Roberto, ¿qué hacía antes?