Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate romance Capítulo 514

Jorge tenía una expresión sombría: —Alicia, la señora Paula no se puede ofender.

—Sé eso, pero un invitado se enfermó y le pedí a María que fuera a buscar el postre ella misma.

—Alicita, dijiste que no podía interferir en este evento, nadie escucha lo que digo.

María exageró intencionalmente: —Jorge, estoy pensando en el bien de la familia, pero Alicita solo se preocupa por una mujer de posición común, sin entender lo importante.

Jorge frunció el ceño: —Alicia, esta vez estuviste equivocada, las palabras de María no son incorrectas, la señora Paula ciertamente no se puede ofender, deberías ir rápido a llevar los postres.

—Entendido.

Alicia no quería hacer un escándalo de esto, después de todo, esto era parte de la fundación benéfica establecida por sus padres.

Alicia se dio la vuelta y salió.

María tenía una mirada triunfante, ¡a ver cómo Alicia maneja esto ahora!

Jorge dudó un momento: —¿Quién está en la sala de descanso?

—Jorge, eso no importa, de todos modos no es nada importante. Vamos a salir, la señora Paula ya nos está esperando.

María tomó a Jorge y salieron directamente, las mujeres en la sala de descanso no eran de importancia comparadas con Paula.

En la sala de descanso, Teresa estaba detrás de la puerta, escuchando la conversación exterior.

Ella podía decir que la familia García estaba claramente favoreciendo a Alicia.

Teresa nunca hubiera imaginado que Alicia era aquella niña de aquel entonces.

Teresa no pudo evitar llamar a Roberto, quien respondió rápidamente: —Hijo, tengo que preguntarte algo, ¿sabes quién es Alicia?

Después de escuchar esto, Roberto cayó en silencio.

Respondió lentamente: —Ella es la chica que me gusta.

Teresa apenas se contuvo: —No me mientas, tú lo sabes, ¿verdad?

La voz de Roberto era grave: —Eso no importa.

Alicia salió llevando los postres, distribuyéndolos al alcance de todos.

Pero al llegar frente a Paula, esta, la desafió a propósito: —¿Te atreves a servir esto?

María bajó la voz: —Alicia, ¿no te dije que le dieras un postre especial solo a la señora Paula? ¿Cómo es que todos recibieron uno?

Paula no estaba en la misma liga que el resto de los presentes.

Alicia, imperturbable, respondió: —Pensé que todos podrían probarlo.

¿Cómo iba a servirle un postre solo a Paula? ¿No sería eso declarar ante todos que la familia García trata a las personas de manera desigual?

—Esa comida barata, quédatela para ti.

Paula lanzó el postre sobre Alicia y se levantó de golpe: —¡Qué aburrido! Si no fuera por el respeto a la familia Pérez, ni siquiera habría venido.

Jorge rápidamente se acercó para detenerla, volviéndose hacia Alicia y ordenándole: —¿Qué esperas? ¡Ve y pídele disculpas a la señora Paula ahora mismo!