Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate romance Capítulo 534

Alicia asiente: —Lo sé, entonces me iré ahora.

—Llévese esta caja de Toallas femeninas de vuelta, también puede servir como evidencia para la investigación.

Gabriela incluso hizo que alguien reempacara las toallas femeninas vencidas y se las entregó a Alicia.

Teresa se apresura a decir: —Alicia, déjame enviarte de vuelta, no puedes llevar una caja tan pesada sola.

—No es necesario, puedo manejarlo yo misma.

Alicia levanta la caja con una mano, aparentemente sin esfuerzo.

Gabriela, al ver esto, se sorprende un poco: —La señorita Alicita sí que es fuerte.

Es una lástima que, a partir de hoy, la fundación a nombre de Alicia se haya convertido en una broma.

Teresa no pudo evitar decir: —Gabriela, esto definitivamente no tiene nada que ver con Alicia, ella no es ese tipo de persona, ¿no es inapropiado simplemente echarla?

—Tía Teresa, no es que no quiera ayudar, pero son las reglas, y no podemos romperlas solo por una persona, Alicia, porque luego será muy difícil para mí.

Después de decir esto, Gabriela pregunta en voz baja: —Tía Teresa, ¿cómo conociste a la señorita Alicita? Parece que tienen una buena relación.

—Simplemente nos llevamos bien desde el principio, en la última venta benéfica me sentí mal y ella me ayudó, así que puedo decir que no hay problema con su carácter.

Por supuesto, Teresa no puede decirle la verdad a Gabriela.

Pero en el corazón de Gabriela aún persisten las dudas: —Parece que la señorita Alicita tiene una buena relación con Valentín, la última vez que Roberto tuvo un accidente y estuvo en el hospital, la vi visitándolo.

—¿En serio? Supongo que deben conocerse.

La expresión de la señora Teresa es un poco incómoda: —Continúen ustedes, tengo algunas cosas que atender, así que me iré ahora.

Gabriela miró la espalda de Teresa, con cierta reluctancia.

Después de dejar ese lugar, Alicia se dirigió directamente a la empresa de Jorge.

Ella no va a dejar que este asunto termine tan abruptamente.

Alicia, con una gran caja en la mano, entra furiosa en Grupo García; no es su primera vez aquí.

La recepcionista, al verla, no intenta detenerla, sino que inmediatamente llama al departamento de secretaría para informar sobre el incidente.

Alicia sale del ascensor y se dirige directamente a la oficina de Jorge.

Jorge, que estaba en su oficina discutiendo asuntos, y la reprendió directamente: —¿Qué vienes a armar ahora?

—¿No eras tú quien apoyaba que María se encargara de los fondos benéficos? ¡Esto es lo que compró bajo su responsabilidad!

Alicia avanzó y vació el contenido de la caja de toallas femeninas vencidas sobre la mesa de la oficina.