Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate romance Capítulo 581

Alicia y Belén llegaron juntas a La Casa del Sabor.

Con Belén allí, Alicia entró sin problemas a La Casa del Sabor.

Probablemente porque la última vez que Marco y María fueron retenidos fuera de La Casa del Sabor, hoy se había organizado especialmente para comer allí.

Belén caminaba despacio, con un tono de voz de disculpa: —Quisiera ir al baño primero.

Alicia notó que el suelo estaba algo húmedo, como si acabaran de limpiarlo.

Ella tomó la iniciativa: —Te acompaño.

Ambas entraron al baño, y Alicia esperó fuera del lavamanos, pero al siguiente segundo María salió de un cubículo.

María llevaba un vestido de noche blanco muy ajustado, luciendo como un orgulloso pavo real.

—Alicia, ¿has entrado? No tienes membresía, ¿acaso esta vez también has tenido la cara dura de pedirle a tu novio que use la membresía del señor Valentín?

María, con sus tacones altos, levantó con orgullo la barbilla, mostrando ostentosamente el gran anillo de diamantes en su dedo.

—Alicia, ¿lo ves? Esto me lo compró Marco, un anillo de diamantes de ciento cincuenta mil dólares. Apuesto a que tu novio ni siquiera gana eso en un año.

María estaba muy contenta: —Ya te lo había dicho antes, no deberías salir con un novio pobre, ¿de qué sirve que sea fiel y devoto?

—En eso definitivamente no te igualo, después de todo, acabas de ser dejada por Carlos, tu sueño de entrar en la alta sociedad se rompió, y luego fuiste hacia Marco para comenzar una relación. Siempre has sido muy leal al dinero.

Alicia observó el atuendo de María: —Pero Marco ha sido mucho más generoso contigo que Carlos, ¿verdad? Ese vestido tan caro de alta costura, dormiste con Carlos tantas veces y parece que él nunca te compró uno así.

—Tienes buen ojo, este vestido es obra de un famoso diseñador. Jorge se tomó muchas molestias en personalizarlo como regalo de compromiso, es único en el mundo y solo hay uno como este.

María, entre palabras de alarde, dijo: —Lástima que solo haya una, por eso Jorge me la dio a mí. No vas a empezar con tus berrinches diciendo que Jorge es injusto, ¿verdad? Pero tú obligaste a Jorge a admitir que él fue el responsable de que Marco perdiera su pierna, él te odia a muerte ahora.

Alicia, mirando la expresión de satisfacción en el rostro de María, respondió: —¿Acaso olvidaste que tengo un video que podría arruinarte para siempre?

Cuando Alicia apareció, la atmósfera de la sala cambió notablemente.

María, en un tono de víctima, dijo: —Marco, no culpes a Alicia. Después de todo, solo hay un vestido como este, yo lo tengo y ella no, por eso está enojada.

Marco, señalando a Alicia con el dedo, regañó: —Mari es tu futura cuñada, y vamos a comprometernos, es normal que quiera verse bien. ¿Por qué tienes que envidiar todo?

Alicia soltó una risa sarcástica: —¿Qué tengo yo que envidiar? Desde que María llegó a Casa García, siempre se le ha dado lo mejor primero.

—Y eso es lo justo, porque el padre de Mari le hizo un gran favor a la familia García. Si no fuera por su padre, tú habrías muerto en aquel accidente y no estarías aquí como una rica heredera.

Marco, visiblemente molesto, exigió: —Te pido que te disculpes con ella ahora mismo, y que de aquí en adelante no le hables así ni la hagas enojar.

—Marco, déjalo ya, yo estoy usando este vestido tan bonito y Alicia no. Además, me compraste este anillo tan caro, ya tengo ventaja,— replicó María.

Con un tono lleno de ostentación, María añadió: —Quizás el novio de Alicia no puede permitirse comprar un anillo de diamantes tan caro, por eso está tan enfadada.