Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate romance Capítulo 621

Cuando Alicia escuchó esas palabras, sintió que la gente de la familia García realmente no era ordinariamente arrogante.

A estas alturas, Jorge todavía mantenía una actitud de condescendencia hacia ella.

¿Realmente creía que ser su hermana era un honor?

Probablemente porque Alicia no había hablado por un buen rato, Jorge pensó que ella estaba dudando.

Entonces él continuó diciendo: —Alicia, sé que regresaste a la familia García anteriormente por la herencia que dejaron nuestros padres, no querías dársela a María. Si realmente regresas de corazón a la familia García esta vez, y volvemos a ser una familia como antes, te trataré con justicia, no favoreceré más a María.

Ahora él había descubierto que María realmente no tenía ningún papel en la familia García, solo era una carga.

—No, estás mintiendo. Lo haces porque has visto que me llevo bien con Belén y quieres estabilizar a Belén a través de mí.

Alicia expuso directamente la estrategia de Jorge.

Después de decir esto, vio cómo cambiaba el color del rostro de Belén a su lado.

Le dio a Belén una mirada tranquilizadora, y continuó diciendo: —Señor Jorge, realmente crees que los demás son tontos, ¿que después de que los hayas oprimido y luego te muestres amigable, ellos volverán a acercarse a ti?

Ella es una persona, no un perro.

Quizás en años anteriores, en los ojos de sus hermanos, ella era como un perro obediente.

—Alicia, ¿crees que todos guardan rencor como tú? Yo te estoy dando una oportunidad de reconciliación, y tú la estás desaprovechando, no te arrepientas más tarde.

La voz de Jorge sonó como si estuviera siendo exprimida entre sus dientes, luego colgó.

Alicia levantó la cabeza para mirar a Belén: —Jorge siempre ha sido muy arrogante en casa, piensa que todo lo que él hace está bien y lo que hacen los demás está mal.

Por eso ahora le estaba llamando, aunque era para atraer a Belén a través de ella, todavía mantenía una actitud altiva.

Alicia sentía que sus otros hermanos eran igual, todos enseñados por Jorge, con personalidades muy similares.

Belén, enojada, tenía los ojos rojos: —Lo siento.