Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate romance Capítulo 630

La incompetencia de Lucía es ahora conocida por todos.

Sara, con una sonrisa en sus ojos, comentó: —¿Quién les manda ser tan arrogantes a los de la familia Mendoza, proclamando que Gabriela es la debutante más destacada, cuando ni siquiera la familia González ha confirmado el compromiso? ¡Tienen el descaro de llamarte la otra, qué sinvergüenzas!

Alicia, notando la indignación en Sara, intervino: —Bueno, tenemos asuntos más serios que atender.

—Lo sé, he estado vigilando los movimientos de María; se dirigió hacia la puerta. Seguro que ha llegado alguien de la familia Martínez.

Un brillo frío cruzó los ojos de Alicia; dado que tenían una ventaja, debían aprovechar la oportunidad.

Poco después, comenzó la fiesta.

Alicia y Sara estaban entre la multitud, observando a Belén salir con un hermoso vestido, caminando como una princesa.

Ella observó cómo Belén caminaba con pasos seguros, sin mostrar signos de incomodidad.

Parece que el diseño de Alicia era justo lo que Belén necesitaba, aunque había sido realizado en poco tiempo y la comodidad no era óptima, por lo que necesitarían realizar algunas mejoras más adelante.

—Alicia, también viniste.

Teresa apareció de repente al lado de Alicia, quien notó el vestido que llevaba puesto y le pareció familiar.

El encuentro con Teresa fue algo incómodo para Alicia.

El vestido que llevaba era un regalo de Roberto.

Teresa lo observó por un momento y luego dijo con una sonrisa: —¿Vienes sola? Escuché que todos de la familia García han venido; hoy van a anunciar el matrimonio entre las familias García y Pérez.

Alicia frunció los labios: —Eso no es precisamente algo bueno.

—Señorita Alicia, ¿tienes algún prejuicio contra la familia Pérez? El matrimonio es beneficioso para los García.

En ese momento, Gabriela se acercó con total naturalidad, como si los eventos anteriores nunca hubieran ocurrido.

Alicia echó un vistazo a Gabriela: —Tu hermana acaba de acusarme de robar, y resulta que fue ella quien me difamó a propósito, y ahora puedes actuar como si nada hubiera pasado al hablar conmigo. Tengo que admirar la falta de vergüenza de la gente de la familia Mendoza.