Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate romance Capítulo 674

Roberto miró a Rocío con incredulidad: —¿Ese técnico de mantenimiento realmente tenía una relación con la señora Beatriz?

Eso sí que lo sorprendió.

—Así es. Por el momento no hemos encontrado pistas concretas y tememos alertar a quienes están detrás. La única forma posible por ahora es usar el proyecto de inteligencia artificial para que María malverse fondos, y así seguir esa pista hasta dar con el padre de ella. Para entonces, ya no habrá tantas restricciones.

Roberto miró la carretera fuera del pasillo; por el momento, parecía ser la opción más segura.

Solo atrapando al padre de María podrían descubrir lo que realmente ocurrió en aquel entonces.

Con mucha seriedad dijo: —Envía a alguien a vigilar Promesas Inversiones y el Grupo García. Yo asignaré a un experto en informática para que supervise las cuentas. Si hay algún movimiento, infórmame de inmediato.

—Entendido, señor Roberto.

Roberto volvió la mirada hacia la habitación del hospital, sus ojos mostraban tristeza, pero se obligó a apartar la vista: —Cuídala.

Haría todo lo posible por descubrir al responsable detrás de todo.

Y entonces, él mismo le diría la verdad.

...

Alicia pronto podría salir del hospital.

Antes de marcharse, miró una vez más la habitación del último piso, esperando que doña Lorena se recuperara pronto.

Alicia regresó a la universidad. Vio que las hojas de los plátanos en la calle ya estaban amarillas; el verano estaba por terminar.

Al volver a su dormitorio, solo Belén estaba allí.

Dijo algo sorprendida: —¿Te dieron el alta y ni avisaste? ¿Cómo está la herida de tu pierna? Encargué a alguien que comprara un ungüento para las cicatrices, es muy efectivo y ni siquiera se comercializa en el mercado.

Alicia echó un vistazo al ungüento, luego sacó uno idéntico de su bolsillo.

Belén lo miró: —Te lo dio Roberto ¿verdad? ¡Qué cantidad! Es muy difícil de conseguir.

—Espero que realmente sea tan bueno. No quiero que me quede una cicatriz.

Alicia se subió los pantalones holgados; aún había cicatrices en la parte superior del muslo, eran quemaduras.

Belén se mostró muy sorprendida: —¿Cuándo te lastimaste? ¿Fue en aquel accidente de tráfico?

—Sí, casi muero. Alguien me salvó. Pero siempre han dicho que fue el padre de María quien me rescató, y que luego, cuando volvió para salvar a mis padres, murió en la explosión junto con ellos. Pero yo siempre he tenido la sensación de que había una tercera persona en el lugar. Fue él quien me salvó.

Valentín estaba en su oficina. Al ver a Alicia, se mostró sorprendido: —¿Cómo está tu herida? Deberías estar descansando.

—¿Ya tienen los resultados de la investigación?

Valentín asintió: —Fue provocado a propósito. Ya atrapamos al responsable. Lo habían sobornado. La transacción fue en efectivo, así que no sabemos quién está detrás, pero es seguro que fue uno de nuestros competidores.

—Sé quién fue. Jorge es experto en este tipo de jugadas.

Valentín sonrió: —Eso solo demuestra que tiene miedo de no estar a la altura, por eso recurre a esto. Ahora las muestras están en otro lugar y hay vigilancia las 24 horas.

—Bien.

Alicia fue directamente a participar en la calibración. Esta vez, no iba a perder.

Entonces recibió una llamada de un número desconocido: —¿Hola? Alicia, veámonos en la cafetería de abajo. No terminé de decirte todo lo que quería el otro día en el hospital.

Era Beatriz quien la llamaba.

Alicia apretó el celular. También quería saber qué era lo que ella tenía que decir.