Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate romance Capítulo 695

Alicia miraba a Jorge, cuyo rostro lucía particularmente pálido.

—Alicia, puedo disculparme contigo.

A estas alturas, Jorge no tuvo más remedio que tragarse el orgullo.

Alicia echó un vistazo al documento de división de bienes: —Tengo otra condición. Esta villa debe transferirse a mi nombre.

Marco se apresuró a objetar: —¿Con qué derecho? Esta casa es donde Mari y yo viviremos después de casarnos.

¿Después de qué? Qué descarados eran.

Alicia miró a Jorge: —Esta es la última condición adicional. La villa se transfiere a mi nombre, y la fecha de lanzamiento del nuevo producto de Grupo García debe ser un mes después que la de Grupo Andes.

—La villa puede ser tuya, pero la fecha de lanzamiento no.

Jorge tomó una decisión al instante.

Alicia se levantó: —Entonces no hay trato.

Terminó de hablar y se dispuso a marcharse, sin dejar espacio para negociaciones.

Finalmente, Jorge habló con resignación: —Está bien, acepto.

Lanzar el producto un mes más tarde era mejor que ir a la quiebra.

Pero María no estaba nada conforme. Miró a Marco: —¿No habíamos quedado en que esta villa era para vivir después de casarnos?

Marco respondió de inmediato: —Jorge, ya le prometí esta villa a Mari. ¡No puedes dársela a Alicia!

Jorge habló fríamente: —Muy bien, entonces encárgate tú de esto. Si no puedes resolverlo, ¡cierra la boca!

Marco se quedó en silencio. ¿Cómo iba a solucionar él ese problema?

Jorge enseguida preparó un nuevo contrato, lo firmó y se lo entregó a Alicia: —¿Así está bien?

—Esto está mejor. Lo hago porque seguimos siendo familia. Pero si hay una próxima vez, no será tan fácil.

Alicia firmó el contrato de inmediato. Esta vez no había salido perdiendo.

Después de todo, Grupo García no llegaría muy lejos.

Cuando María supo que la villa había terminado en manos de Alicia, subió las escaleras, furiosa. Pensaba que podría llevarse algún bien antes de irse, pero al final, ella se lo había arrebatado.

Marco maldecía y no estaba de acuerdo, pero Alicia no le prestó atención y se fue a su habitación a descansar.

Alicia carcajeó al escuchar eso: —Todo por interés, pero lo disimulan muy bien.

—Hay algo que debo decirte. La señora Beatriz también fue al taller mecánico. Así que, en estos días, ten cuidado. Trata de no ir a lugares apartados.

Alicia se puso alerta de inmediato: —¿Crees que podrían hacerme algo?

—No se puede descartar. Al fin y al cabo, ya rompimos totalmente con ellos.

—Eso vendría bien para sacar a la luz al que está detrás. También quiero ver qué tipo de relación tiene la señora Beatriz con ese mecánico.

Cada vez más, Alicia sentía que el accidente de aquella vez tenía más capas.

Roberto no estuvo de acuerdo: —No seas imprudente, podría ser peligroso para ti.

—Tranquilo, valoro mi vida más que nadie.

Alicia simplemente sentía que en su vida pasada había muerto de forma demasiado injusta. La familia García crio a la hija de su enemigo, y por ella, expulsaron a su verdadera hermana de casa y la terminaron encerrando en un manicomio.

Los García fueron engañados, y acabaron completamente destruidos.

Después de esa conversación, ambos lados de la línea telefónica quedaron en silencio.