Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate romance Capítulo 719

Resumo de Capítulo 719 : Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate

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Capítulo 719 mergulha o leitor em uma jornada emocional dentro do universo de Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate, escrito por Internet. Com traços marcantes da literatura Reencarnación, este capítulo oferece um equilíbrio entre sentimento, tensão e revelações. Ideal para quem busca profundidade narrativa e conexões humanas reais.

Durante los días siguientes, Alicia estuvo observando en completo silencio los movimientos de María.

María, aparte de haber venido al colegio un par de veces para presumir sus joyas y artículos de lujo, no volvió a aparecer por la allí.

Alicia sospechaba que, tal vez, estaba evitando a Carlos.

Después de enterarse de que María iba a casarse, Carlos parecía estar algo desorientado, como si anduviera sin rumbo.

Sin duda alguna, lo que no se puede obtener es siempre lo más deseado.

María sabía muy bien cómo mantener a un hombre en vilo.

Alicia pensaba que, al menos, María se dejaría llevar por la arrogancia y acabaría yendo al taller mecánico, pero al final de cuentas María no fue.

La última vez que María fue al taller mecánico a medianoche, nadie sabía con exactitud de qué hablaron adentro, pero tampoco se vio aparecer al padre de ella.

María solo se reunió con aquel tío suyo.

Pero algo estaba muy claro: ese tío tenía contacto con el padre de María y sabía lo que ocurrió en el accidente automovilístico de aquel año.

Si no podían lograr atrapar al padre de María, si atrapaban a ese hombre también serviría.

Pero Alicia seguía pensando que solo serviría si atrapaban al padre de María.

De repente, el teléfono de Alicia recibió un mensaje: [Jeje, te estoy observando, sé lo que quieres hacer.]

Alicia buscó enseguida la dirección IP del remitente, pero por desgracia era un número virtual.

La otra parte estaba bien preparada.

Alicia no le dio mayor importancia a esto, pero esa noche, mientras paseaba con Belén y las demás por el patio, volvió a recibir otro mensaje: [Qué de gente hay en el patio.]

Alicia se detuvo silenciosa y miró a su alrededor; en efecto, había bastante gente.

Pero no sabía quién había enviado el mensaje.

—¿Qué te pasa?

Belén notó al instante que Alicia había cambiado casi como de color.

Alicia lo negó. No dijo más al respecto, guardó el teléfono y lo metió de nuevo en su bolso.

Capítulo 719
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