Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate romance Capítulo 753

Alicia observó el cambio de expresión en el rostro de Beatriz.

Ella habló: —La señora Beatriz está mintiendo.

El hombre enmascarado también lo notó, y enfurecido le tiró del cabello a la señora Beatriz: —¡Estás mintiendo, lo vi con mis propios ojos! ¡Aun así intentas engañarme!

Beatriz soportó el intenso dolor en el cuero cabelludo y miró fijamente al hombre enmascarado: —¿Cómo pudiste verlo con tus propios ojos? ¿Quién eres tú realmente?

El hombre enmascarado entrecerró los ojos: —Yo sé lo que pasó. ¡Dime de una vez quién era!

Beatriz con dolor pronunció: —¡No había nadie detrás del automóvil!

—¿No lo vas a decir, verdad? Veo que estás decidida a proteger al Chacal. Parece que ustedes dos, estos malditos amantes, tienen sentimientos bastante profundos. Si hoy termino acostándome contigo, la amante del Chacal, supongo que habrá valido la pena.

—¡No te atrevas!

Beatriz se asustó muchísimo: —Si te atreves a tocarme un pelo, no solo no recibirás dinero, sino que tampoco tendrás dónde morir. El Chacal siempre ha estado apostando, no tiene ni un centavo. ¡Solo yo puedo darte dinero!

—Si quieres que te deje ir, también es posible. Pero tienes que decirme quién estaba en el auto en la parte de atrás. Necesito tener algo en la mano, para que ustedes no vengan a causarme problemas en el futuro.

Beatriz miró al hombre enmascarado: —Si no quieres morir, entonces no preguntes. Mejor toma el dinero y vete. Después si te da la gana puedes ir a matar al Chacal o irte con alguna mujer, eso me da igual. Pero si llegas a enterarte de lo que no deberías saber, entonces estás muerto.

Beatriz no quiso decirlo de ninguna manera.

Alicia no esperaba que Beatriz protegiera tanto a esa persona. ¿Quién podría ser?

De pronto, Rocío habló: —Señor Roberto, ya encontramos a la persona cerca de aquí. No tomará mucho tiempo en llegar.

Alicia dijo sorprendida: —¿Tan rápido?

—Después de todo, fue la familia González quien movió sus contactos. ¿Cómo no iba a ser rápido?— Rocío incluso le lanzó una mirada significativa a Roberto.

Roberto explicó: —Tal vez fue mi madre quien lo arregló. Ella no sabe nada de esto.

—¿Entonces qué hacemos ahora?

Beatriz no quería hablar.

Roberto bajó la cabeza y la miró: —¿Quieres ir tú misma a darle la bienvenida?

Beatriz sintió que media cara se le hinchó por el golpe: —¡Yo no quería matarlos!

—¡Pero fue tu decisión la que causó su muerte! ¡Tú también eres una vil asesina! ¡No eres inocente!

—¡Fue su mala suerte morir! ¿Qué tiene eso que ver conmigo? ¡Yo no quería matarlos!

¿Mala suerte? Ahhh…

Alicia la tomó por el cuello: —Entonces tú también tienes mala suerte ahora. ¿Cómo quieres morir?

Beatriz se asustó: —¡Puedo darte dinero! ¿No es eso lo que ustedes quieren? ¡Tengo muchísimo dinero!

—Desprecias a gente como nosotros, los de abajo. Y yo detesto a esas damas encopetadas como tú. Hoy que por fin has caído en mis manos, por lo menos deberíamos dejar alguna prueba, ¿no crees? No sea que cuando recibamos el dinero, terminemos muertos nosotros.

Alicia furiosa le desgarró la ropa a Beatriz, levantó el celular y empezó a grabar un video: —Creo que esto nos dará algo de seguridad.

Beatriz gritó desesperada: —¡Puedo darte muchísimo dinero, por favor déjame ir!