Sin Reconciliación, me Casé con un Magnate romance Capítulo 93

Alicia notó que algunas personas especulaban sobre su identidad, probablemente fueran sus compañeros de clase.

De cualquier forma, había asistido al evento del salón de influencers esa noche, donde se revelaría su identidad.

Ya no importaba si se filtraba con antelación.

[Como compañera de la señorita de la familia García, puedo testificar que la voz en la transmisión en vivo es idéntica a la de la señorita Alicia.]

Los detractores respondieron de inmediato: [Si realmente fuera la señorita de la familia García en la transmisión en vivo, ¿cómo podría estar en EnVivoPlus? ¡Seguramente habría ido a LatinoLive, definitivamente es una mentira!]

[La señorita de la familia García ejecutó un impresionante Combo de Doce Golpes, con tanto talento, ¿cómo podría la familia García permitirle ser independiente?]

[El streamer FuegoEterno tratando de hacerse pasar por la señorita de la familia García, ¿no ve la realidad? ¿Acaso cualquiera puede imitar el Combo de Doce Golpes?]

Después de la desinformación de los detractores, la mayoría aún creía que Alicia no podría ser FuegoEterno.

Alicia observó que los comentarios debajo estaban en un acalorado debate, lo cual le provocó un leve dolor de cabeza.

En ese momento, recibió un mensaje de Instagram de Laura: —Alicia, los detractores en el foro están hablando muy mal, deben ser seguidores ciegos de María. ¿Por qué no sales y lo aclaras tú misma?

Alicia sonrió: —Después de la actividad de esta noche, la verdad saldrá a la luz. No vale la pena gastar tiempo con ellos.

Aunque lo explicara, algunos seguirían sin creerlo.

Alicia miró la hora; ya era casi mediodía.

Se dirigió a la habitación contigua, donde Valentín, bostezando y con el cabello despeinado, salió a su encuentro: —Alita, buenos días.

—Ya es mediodía, ¿tan divertido es el bar?

Alicia sintió curiosidad.

Valentín, claramente interesado, contestó: —Es bastante divertido, si te interesa, la próxima vez puedo llevarte.

—No debes llevar a los jóvenes por mal camino.

Roberto salió del estudio y miró a Valentín con una mirada advertidora.

Era crucial mantener su dignidad.

Roberto observó a Alicia y notó la sonrisa en su rostro. Finalmente, la tensión y precaución previas habían desaparecido.

Él sonrió sutilmente, como si el pequeño árbol que había cuidado durante tanto tiempo finalmente hubiera crecido.

Por la tarde, Alicia preparó su vestido y se dispuso a ir al lugar que Valentín le había recomendado.

Valentín le advirtió: —Alita, tenemos asuntos que atender esta tarde, por lo que no podremos acompañarte a arreglarte. No tengo mucha paciencia para esperar a que las mujeres se preparen.

Principalmente porque él y Roberto sabían que, si los periodistas los fotografiaban, no podrían ocultar su identidad, lo que causaría problemas.

—No te preocupes, iré sola.

Alicia respondió mientras miraba a Roberto.

Roberto levantó la vista, con una mirada profunda: —Si necesitas algo, llámame.