¡Sorpresa! Tuve Cuatrillizos con Mi Desconocido Esposo romance Capítulo 252

Aspen la miraba con desdén, sacudiendo la ceniza de su cigarrillo.

"Ponte a pensar cómo vas a convencer a Miro. No solo quiero que participe, sino que hable en público. Si no lo logras, ni un centavo verás."

Carol estaba llena de confianza. "¿Dar un discurso en público? ¡Eso es pan comido, no hay problema!"

Al verla tan segura, Aspen entrecerró los ojos. "¿Tienes un plan?"

"¡Claro!"

"¿Qué plan?"

Carol se puso en guardia y lo miró con precaución. "¡Es un secreto! ¡Un secreto que no puedo revelar!"

"¿Ni siquiera a mí?"

"Por supuesto, ¡no mereces saberlo!"

Aspen "..."

Viendo su cara de tonta pero segura, y al mismo tiempo tan merecedora de un coscorrón, Aspen sentía desprecio pero a la vez tranquilidad.

"Si lo logras, el dinero no será problema."

Carol se infló el pecho con orgullo. "Lo arreglaré al cien por ciento, ¡así que prepárame esa plata!"

Laín ya le había dado una estrategia, así que esos cincuenta mil estaban en la bolsa.

En ese momento, Carol estaba feliz y Aspen también estaba de buen humor.

Para él, los problemas que se resuelven con dinero no son problemas. A ella le encantaba el dinero, así que ambos ganaban.

Aspen dio otra calada a su cigarrillo y añadió,

"Hay otra cosa."

"¿Ah sí? ¿Qué pasa?"

"Ya te lo he advertido, no te hagas ideas conmigo."

Carol se quedó sorprendida, tardó un poco en darse cuenta de que él se refería al incidente de hoy, de "ser descarada".

Con un puchero, Carol le respondió con la cara roja,

"Admito que hoy te miré de más, pero si por eso dices que estoy interesada en ti, ¡eso debe ser una broma! ¿Te crees un quilate de oro que todos aman? ¡Déjame decirte que no me gustas para nada!"

"... Mejor que no te guste, tengo a alguien en mi corazón."

"¡También tengo a alguien en mi corazón! ¡y son varios!"

¿Tener a alguien en el corazón es algo grandioso? ¿Quién no tiene a varios en su corazón? Laín, Ledo, Luca, incluyendo a Miro, todos estaban en su corazón.

¿Varios?

¡Una reina polígama!

"¡Carol!"

"¡No me grites!"

Aspen se puso pálido por la ira, completamente enfurecido, "¿Te atreves a insultarme?"

"¡Y también quiero golpearte! ¡Narcisista! ¡Loco!"

"¡Abre la puerta! ¡Quiero bajarme!"

"Tú..."

"¡No digas tonterías! ¡Abre la puerta ya! ¡Si no, llamo a la policía!"

Aspen, con el rostro sombrío y los labios apretados, tuvo que repetir el nombre de Miro en su mente cien veces para calmar su furia y desbloqueó la puerta,

"¡Eres increíble!"

"¡No tanto como tú!"

Carol bajó del carro, furiosa, cerró la puerta de un golpe y se fue.

Aspen, con el corazón, el hígado y los pulmones... todos doliendo, golpeó el volante y aceleró al máximo, ¡y se fue!

En una esquina, apareció una mirada sombría que seguía la dirección en la que Aspen se había ido y luego miraba en la dirección en la que Carol se fue. Con una risita malvada, se dijo a sí mismo,

"Discutieron, discutieron, jeje, discutieron..."