¡Sorpresa! Tuve Cuatrillizos con Mi Desconocido Esposo romance Capítulo 548

Las mujeres estaban a punto de explotar de la rabia por culpa de Carol.

¡Carol estaba humillándolas y luego mostrando su felicidad, era demasiado frustrante!

Antes de que pudieran decir algo, cuatro pequeñuelos notaron el alboroto y corrieron hacia allí, gritando, “¡Mamá!”

Luca agarró fuertemente la mano de Carol y se paró a su lado.

Laín, Ledo y Luca se pusieron en fila frente a Carol, mirando fijamente a ese grupo de damas con ojos de tigre.

Eran jóvenes, pero sus miradas eran más intimidantes que las de cualquier otro.

Como si estuvieran advirtiéndoles:

¡Manténganse alejadas de mi mamá!

¡Inténtenla tocar y verán!

¡Quieren ser borrados del árbol genealógico de los Bello? ¡Con gusto les complacemos!

Las mujeres se quedaron sin palabras…

Carol, viendo a sus cuatro hijos tan crecidos, se sintió aún más orgullosa y dijo a Margarita y las demás,

“Viéndolas tan apenadas, les voy a dar un consejo de corazón, mejor no se metan conmigo. Tengo a mis hijos y a mi hombre que me respaldan.

Si me buscan, ellos se van a enojar. Y si se enojan, no será solo cuestión de palabras.”

Después de decir esto con orgullo, Carol, de buen humor, continuó disfrutando de los dulces con sus hijos.

Las otras mujeres la miraron con dientes apretados, furiosas hasta morir.

Habían venido a buscar problemas con Carol, pero se fueron llenas de rabia.

Con Miro presente, no se atrevían a hacerle nada a Carol, solo les quedaba hervir de ira.

Mientras abajo reinaba el bullicio, el estudio en el piso de arriba estaba en completo silencio.

Solo Aspen y Paulo estaban allí.

Aspen, con sus propias manos, imprimió un documento y lo lanzó frente a Paulo.

Al verlo, los ojos de Paulo se abrieron de par en par, “¿Un contrato de transferencia de acciones?”

Aspen, cruzando las piernas y recostándose en la silla frente a él, le recordó,

Paulo se calmó y, conteniendo su ira, dijo,

“Aspen, lo de hoy no es como tú piensas. Sabes que en nuestra familia la tradición es pasar todo de padre a hijo, y como Miro es el único heredero de esa generación, no puedo dejarlo abandonado.

Debería estar contigo, pero después de tu incidente, tenía que traerlo de vuelta a mi casa. No puedo estar tranquilo sabiendo que está solo afuera.

Hay demasiada gente que quiere hacerle daño. Carol es solo una mujer común, no puede proteger a Miro, por eso fui a buscarla.

Lamento que haya resultado herida, pero esas acciones... ya tienes muchas, ¿no es así? No hace falta que te fijes en ese pequeño porcentaje que queda.”

Una sonrisa fría cruzó la cara de Aspen,

“No tienes que explicar tanto, esas acciones no son para mí, son para Carol.”

Paulo se quedó boquiabierto, aún más sorprendido, “¿Estás pidiendo acciones para Carol?”

“Sí, ella se lastimó y sangró hoy, tú eres responsable.”

Paulo frunció el ceño, sin entender,

“¿Realmente te has enamorado de ella?”