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¿Por qué se dirigía al aeropuerto? ¿Iba a despedirse de ella? Ella no lo creía.
“¿Él te obligó a mentirme para que me quedara?”, preguntó ella.
“Te juro por Dios que no te estoy mintiendo. Le han llevado al hospital y es una emergencia. Voy a ir al hospital a verlo más tarde. Si no quieres verlo, puedes irte. Te hablaré de su estado más tarde. Sin embargo... tengo miedo de que algo malo pueda pasar. Si esta es la última vez que puedas verlo...”.
Sharon no siguió hablando. Riley ya entendía lo que quería decir.
“Su vida y su muerte no tienen nada que ver conmigo”, dijo Riley.
Ella colgó el teléfono inmediatamente. Esto era exactamente lo que ella pensaba. Ella tiró de su equipaje e intentó irse. No importaba si Jim viviera o muriera, ella no quería verlo por última vez. Sin embargo, sus pasos se ralentizaron gradualmente mientras caminaba. Y si él realmente perdiera la vida esta vez... Si moría así como así, ¿podría perdonarlo? ¿Ella de verdad quería que muriera?
…
Fuera de la sala de urgencias, Scarlet puso las manos en la puerta. Ella lloró hasta quedarse sin aliento.
“Escoria, ¿por qué condujiste tan rápido? Si te pasa algo, no viviré más...”.
Sharon estaba enfadada con Jim por lo mal que había tratado a Riley y siempre decía que quería darle una lección, pero nunca había pensado en quitarle la vida. Ella ayudó a Scarlet a levantarse y le aconsejó: “No llores aquí, tía Scarlet. El médico le está salvando la vida por dentro. Afectarás el trabajo del médico si actúas de esta manera”.
Scarlet se quitó de la puerta y se sentó en el banco de al lado después de escuchar lo que dijo Sharon. Ella se agarró al brazo de Sharon como si fuera la última persona de la que podía depender.
“Sienna, sé que Jimmy es una escoria por haber hecho tales cosas, pero aunque haya hecho algo malo, no merece morir... Si él no sobrevive, no podré seguir viviendo”.
Ella había soportado tantas humillaciones en la primera mitad de su vida solo por él. Sin él, su estado mental terminaría hecho un desastre y ya no tendría una razón para permanecer en la casa de los Newton.
“No entres en pánico. Los médicos siguen intentando salvar su vida. Debes creer que estará bien”.
“No viste cómo se veía cuando lo trajeron aquí. Si lo hubieras visto...”.
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