Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 1293

Cuando Eugene mencionó eso, Fern pensó de inmediato en las cosas despreciables que él había hecho para evitar que firmara un contrato con Jeremy, y se puso de mal humor.

"¡Así es, no puedes detenerme sin importar los trucos que uses!".

Los agudos ojos de Eugene se entrecerraron. Él apretó los dientes y dijo con frialdad: "¿De verdad tienes tantas ganas de firmar con él? ¿Qué es lo que te atrae de él?".

"Al menos él no usa trucos sucios para intimidarme. Realmente se preocupa por mí y me trata bien". Como su amiga, pensaba que Jeremy era bastante bueno.

Además, terminó herido tres veces intentando salvarla. Ella le debía mucho.

"¿Crees que se preocupa por ti solo porque te hizo algunos pequeños favores? ¿Crees que se lastimó por tu bien?". Eugene resopló con desdén.

"Soy capaz de darme cuenta si realmente está siendo amable conmigo. No necesito que me digas qué pensar". Ella luchó y dijo: "Levántate, suéltame".

Una capa de frialdad helada cubrió los ojos oscuros de Eugene. Él la miró a los ojos con un fuerte sentimiento de posesividad. "Te di libertad, pero no para que te juntaras con otros hombres. ¡Eres mía! ¡Solo me perteneces a mí!".

Tan pronto terminó de decir estas palabras, ¡bajó la cabeza y se acercó para besarla!

"¡¿Has perdido la cabeza?! ¡Suéltame!". El cuerpo de Fern tembló ligeramente, y el miedo se extendió a través de ella.

"Así es, debo haber perdido la cabeza para pensar en darte esa libertad. No permitiré que vuelva a suceder…", dijo él con voz ronca y continuó besándola.

"No, aléjate de mí…". Ella esquivó su beso. Este maldito hombre apestoso, ¿quién creía que era ella, su juguete?

Tal vez las palabras de la mujer tocaron un nervio, pues los ojos de él se oscurecieron y su mirada se volvió sombría.

Él la besó sin cuidado. "¡Recuerda, eres mía!".

No se arrepintió de lo que acababa de hacer, pero no deseaba verla en ese estado.

Después de apagar el cigarrillo en el cenicero, él se acercó y recogió la ropa del suelo. “Ya has descansado lo suficiente, ve a darte una ducha. No me mires con esos ojos tristes. No es como si nunca hubiéramos hecho esto antes". Tras decir esto, entró al baño a bañarse.

Fern se quedó quieta hasta que escuchó el sonido del agua saliendo del baño. Solo entonces sus ojos comenzaron a moverse.

Se bajó de la cama, recogió la ropa que él había tirado al suelo y encontró su teléfono en el bolsillo de su abrigo. Marcó el número con sus manos temblorosas, y su voz temblaba mientras abría la boca. "H-hola… quiero hacer una denuncia policial...".

Apretó el teléfono con fuerza. Ella ya le había advertido. Si él se atrevía a usar la fuerza con ella, ella llamaría a la policía para que lo arrestaran.

Jeremy se enteró de que Eugene se había llevado a Fern y pensó que Eugene debió haberla buscado debido a la conferencia de prensa.

Intuyó vagamente que algo malo estaba a punto de suceder, por lo que le pidió a su asistente que enviara a sus hombres a la villa de Eugene para llevar a Fern de regreso a su casa.