Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 148

Su malestar le hizo olvidar que estaba bailando con el presidente de la compañía y que innumerables miradas llenas de celos y odio estaban dirigidas a ella.

Especialmente Rebecca, quien estaba parada al lado de Douglas. Sus uñas se hundieron en sus palmas mientras miraba a los dos bailando románticamente en el escenario. Ella se sintió agraviada y humillada a la vez.

Se suponía que ella sería la pareja de Simon para el baile de apertura esta noche, pero él cambió de pareja frente a todos. ¿No era esto para humillarla?

Lo peor de todo era que Rebecca tenía que fingir que no le importaba en absoluto aunque estaba furiosa. De lo contrario, sería el blanco de las bromas de todos.

Simon había cambiado descaradamente la pareja de baile que Douglas había elegido para él. Naturalmente, la expresión de su rostro tampoco era agradable. Él puso una cara neutral mientras miraba de manera inexpresiva el escenario. Cuando vio que Sharon apoyaba la cabeza en el hombro de Simon, él frunció el ceño y se encontró aún más incapaz de seguir mirándolos. ¿Ellos estaban bailando o demostrando su relación?

La celebración del aniversario de la compañía era una de las fiestas más grandiosas y el baile de apertura era extremadamente importante. Sin embargo, ¡todo fue arruinado por esa mujer!

No había duda de que Penelope era la hija de Douglas. Los dos tenían expresiones idénticas que hicieron que todos los que estaban cerca se alejaran cuidadosamente.

Fiona, que estaba detrás de Douglas, miró de reojo a Sharon. Ella dejaría que Sharon tuviera su momento de fama, pero esta noche la echaría de la casa de los Zachary...

Sin embargo, ella no había encontrado a Howard incluso después de buscarlo por todo el salón de baile. ¿A dónde se había ido?

No importa, ella buscaría venganza esta noche por su nieto que no pudo nacer de cualquier manera. ¡Esa m*ldita Sharon Jeans tenía que pagar!

El baile casi había terminado cuando Simon se dio cuenta de que el cuerpo de Sharon estaba ardiendo. Su cara estaba extrañamente roja y parecía tener dificultad para respirar.

“¿Qué te ocurre?”, él le susurró al oído.

Sharon estaba experimentando una pérdida de conciencia. Se estaba sintiendo terrible, y el olor varonil de él la hechizó cuando se inclinó más cerca de ella. Su lengua y boca se secaron mientras sentía la repentina necesidad de besar al hombre...

¡Ella no podía controlarse, y realmente se puso de puntillas antes de presionar sus labios contra los de él!

Guau...