Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 270

Sharon exhaló un suspiro de alivio. Afortunadamente, él no le estaba regalando esto, pero después de pensarlo desde otra perspectiva, ¿por qué este hombre estaba haciendo un espectáculo de algo tan insignificante?

“El vestido si es para ti porque te queda bien. No tienes que devolvérmelo". Igual sería inútil incluso si ella se lo devolviera, ya que él no lo usaría y tampoco tendría otra mujer a quien pudiera dárselo.

Sharon agitó la mano repetidamente y dijo: "No lo quiero". Ella no asistía con frecuencia a fiestas, entonces, ¿por qué querría el vestido?

“Tómalo como una recompensa por ser mi acompañante esta noche. Si no te gusta, véndelo".

¿Qué? ¿Venderlo? ¿Cómo se le ocurría eso?

El Bentley negro se detuvo frente al hotel de cinco estrellas. Sharon pudo ver por la ventanilla que muchos coches de lujo se dirigían hacia ellos y que los estacionamientos de la entrada ya estaban llenos de coches de lujo caros.

No pudo evitar preguntarse qué tipo de cena era esa. ¿Por qué asistía tanta gente rica y poderosa?

Cuando ella quiso preguntarle a Eugene, él ya había salido del coche. El hombre elegante se paró junto a la puerta y le tendió la mano cuando ella todavía estaba dentro.

Sharon se tragó sus preguntas y puso la mano en la de él para que pudiera ayudarla a bajar del coche.

Después de que ella se bajó, numerosos destellos aparecieron ante sus ojos. De repente se sintió deslumbrada, por lo que levantó la mano inconscientemente para cubrirse los ojos.

Entonces, un periodista le preguntó junto a su oreja: “Presidente Eugene, ¿esta mujer que está a su lado es su novia? ¿Están aquí juntos para anunciar las buenas noticias?".

En solo un instante, un grupo de reporteros se acercó a donde ella estaba y empujaron sus micrófonos frente a ella mientras los destellos continuaban.

Sharon estaba confundida. ¿Qué estaba pasando?

¿Fue una fiesta organizada por una celebridad? ¿Por qué había reporteros?

En el segundo piso del salón de baile, un hombre alto estaba de pie junto a la barandilla mientras miraba el animado y extravagante espectáculo de abajo. Sus profundos y oscuros ojos de águila miraban directamente a Sharon, quien vestía un traje morado.

¿Por qué estaba ella ahí? ¿Por qué estaba con Eugene?

Dentro del salón de baile que estaba lleno de ropa perfumada y cabelleras bien peinadas, Sharon sintió que sus mejillas se estaban entumeciendo de tanto sonreír.

Aunque Eugene no dio una respuesta directa sobre si ella era su novia, todos estuvieron de acuerdo tácitamente en que lo era.

Algunas personas fueron a felicitarlos de inmediato, incluso pidiendo a Eugene que los invitara a su fiesta de bodas cuando llegara el momento.

¿Qué? ¿Pensaron que ella era su prometida?

Cuando no había nadie a su alrededor, ella le dio un codazo en el costado a Eugene y le dijo en voz baja: “¿Nunca has tenido novia? ¿Por qué todo el mundo te felicita por finalmente encontrar a alguien?".