Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 271

No se sabía a quién había recordado repentinamente Eugene en su mente, pero una mirada sombría y misteriosa atravesó sus ojos por un momento al escuchar la pregunta. Él frunció los labios y sonrió superficialmente mientras decía: "Todo el mundo dice que soy el soltero más cotizado, ¿no te has enterado?".

Sharon lo miró sin parpadear, preguntándose cuánto de lo que decía era cierto.

Ella podía creer que él era un soltero cotizado, pero no creía que nunca antes hubiera salido con nadie.

"¿Tienes una amante secreta que no puedes revelar?", le dijo Sharon, de repente volviéndose entrometida y tratando de fisgonear.

La mirada en las pupilas de Eugene se volvió más fría, pero su expresión aún era firme. "¿Por qué no te vuelves tú mi amante secreta?". Después de decir eso, continuó descaradamente: "Ah, no, ya no sería secreto luego de esta noche".

"Si no quieres decírme, no me involucres en esto". Ella no necesitaba entrometerse en los asuntos privados del hombre.

Sharon se dio la vuelta y se dirigió al área de alimentos y bebidas. Ella había acompañado al hombre sin cenar, por lo que su estómago ya estaba gruñendo de hambre.

Ella seguía sintiendo como si alguien la estuviera mirando, pero cuando miró a su alrededor, solo vio que había gente por todas partes en el magnífico salón de baile. Todos intercambiaban saludos casuales y charlaban.

Una vez pasó el momento en que entró con Eugene, aquel en que toda la atención se concentró en ellos, todos dejaron de mirarla.

Ella desvió la mirada. Quizás estaba pensando demasiado.

Escogió algunos bocadillos de aspecto delicioso para llenar su estómago cuando, de repente, un fuerte olor a perfume llenó sus fosas nasales. Entonces, una figura se le acercó. “Sharon, ¿por qué estás en todas partes? Estás merodeando por todo el lugar".

Sally la fulminó con la mirada. Ella pensó que después de que Sharon fuera expulsada de la casa de los Zachary, no tendría otra oportunidad de abrirse camino en el círculo de la clase alta. Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos, apareció en ese lugar tomada del brazo con Eugene.

Sharon se dio la vuelta y miró a Sally, quien de repente estaba frente a ella. Había perdido el apetito, pero tenía curiosidad por saber por qué Sally también estaba en esa fiesta.

En ese momento, ella todavía no tenía idea de para qué era esta fiesta porque Eugene no se lo había dicho.