Ten cuidado, mi papá CEO romance Capítulo 384

Con la ayuda del trabajador, Sharon consiguió, con gran esfuerzo, empujar al enorme hombre dentro del coche. Luego, ella lo ayudó a abrocharse el cinturón de seguridad.

Simon estaba completamente borracho. Él se recostó en el asiento del copiloto y cerró los ojos. Su atractivo rostro se veía bastante rojo. '¿Es porque está demasiado borracho?'.

En ese momento, él era completamente diferente a su yo habitual, que era genial y tranquilo. Le faltaba la vibra fría, pero el aura de prestigio aún lo rodeaba.

Cuando ella le abrochó el cinturón de seguridad, estaba muy cerca de Simon y el olor a alcohol estaba por todo su cuerpo. Además, seguía hechizada por él y estaba bastante distraída. Su mente se inundó con las frases que él dijo en la habitación.

Él dijo que siempre le informaría de su paradero y esperaba que ella no se enojara con él.

Desde el matrimonio entre él y Summer, Sharon se había negado a estar con él.

No era porque estuviera enojada con él intencionalmente ni porque estuviera celosa de Summer. Sin embargo, después de ese incidente, ella se dio cuenta de que en realidad no ocupaba una parte en el corazón de él. Aún necesitaban conocerse mejor.

Ella suspiró levemente. Nadie podía decir con certeza qué pasaría en el futuro. ¿Quizás ella cambiaría de opinión en poco tiempo?

Ella se recostó en el asiento del conductor y estaba a punto de encender el motor del coche. De repente, ella recordó que había visto a Fern cuando salía de la habitación. Era obvio que estaba borracha, pero seguía acompañando a otros a beber.

Aunque ella no era tan cercana a Fern, en el fondo de su corazón, le había tomado cariño a la mujer. No importaba qué, ella necesitaba llamar a Eugene.

Ella llamó al número de Eugene y le dijo lo que había visto. Ir a ese lugar o no dependía enteramente de él.

Esa noche, Eugene tenía que asistir a una reunión social. Después de recibir la llamada de Sharon, su mirada se volvió sombría, y luego bajó la mirada y se bebió toda la copa de vino que tenía en la mano.

Él dejó la copa y se levantó. Les dijo a todos: "Por favor, disfruten de la comida. Tengo un asunto urgente que atender, así que me temo que no podré hacerles compañía. Esta comida corre por mi cuenta". Después de decir eso, se dio la vuelta y se fue a grandes pasos.

Todos se quedaron perplejos. "Aún no se ha discutido el asunto serio, ¿y se acaba de ir así nada más? ¿No está pensando en cooperar?".

Eugene le ordenó al chofer que condujera el coche y pronto, llegó al centro de entretenimiento que mencionó Sharon.

"¿Oh? ¿Estás tratando de ser un héroe y salvarla? ¡Tú eres el que debería perderse! Ella tiene que obedecerme, tiene que beber sin importar cuánto le ordene. ¡Para eso le pago!”. Mientras decía esto, arrojó un montón de dinero sobre la mesa, desprendiendo un aura opresiva.

"Oiga señora, ¡termine esta botella de vino y todo el dinero es suyo!”.

Fern, quien parecía muy borracha, dio inmediatamente señales de vida cuando escuchó la mención del dinero. Ella se levantó a duras penas y estiró la mano para alcanzar la botella de vino.

Si ella se la bebía, tendría dinero. Con el dinero, podría llevar a su hija a un médico...

Ella ignoró todas las circunstancias y se bebió el vino, ignorando su seguridad.

El hombre regordete se echó a reír con arrogancia al ver la escena. "Maravilloso, eso es maravilloso. Bébelo, ¡bébelo todo!”.

Los ojos de Eugene se enrojecieron. Él le arrebató la botella de vino de la mano a Fern y gritó enojado: "¡Ya basta! ¿Quieres beber hasta morir?”.