Todo por mi Hija romance Capítulo 286

Ella necesitaba concentrarse por completo en el proyecto del IAP y en su tesis.

Además, en estos días... la segunda ronda de la competencia ISSDC estaba a punto de comenzar.

Tenía que empezar a prepararse cuanto antes.

La vez pasada fue la eliminatoria regional, pero ahora tocaba la gran final de la zona América. Si lograba avanzar, podría disputar el pase a la semifinal o la final continental.

Últimamente, Irene también había estado en constante comunicación con Rocket Brains, preparándose para la gran final de la región América.

...

Al día siguiente.

Irene fue al IAP para trabajar en la investigación del proyecto junto con el equipo de científicos.

No fue hasta el mediodía que recibió la llamada de la abuela.

—Ire, el doctor me dijo que puede que tengas un poco de baja de azúcar y anemia. Le pedí a Enrique que te preparara suplementos, y voy a hacer que la gente de la casa te lleve sopa todos los días al departamento. Acuérdate de tomarla cuando llegues en la noche.

Irene sostuvo el teléfono, sintiendo un ligero dolor de cabeza.

Pero, bueno… lo de la comida a domicilio no era algo nuevo de la abuela. Siempre la había consentido; cuando Irene no podía regresar a la casa, la abuela se las arreglaba para mandar a alguien con comida.

Ahora que ya estaban divorciados, la cosa se sentía más incómoda.

No puso objeciones:

—Está bien.

Si se negaba, la abuela se pondría a insistir otra vez.

Después, solo tendría que pedirle a Enrique que se encargara de la sopa él mismo.

—Eso está bien —la abuela le respondió con una voz suave—. No trabajes tanto. Ahora mismo estoy en el hospital viendo a Enrique, ¿quieres platicar con tu esposo un momento?

A la abuela le encantaba emparejarlos, no se cansaba de hacerlo.

Antes, Irene lo tomaba como un juego y hasta le seguía la corriente.

—Irene...

—Abuelita, tengo mucho trabajo...

—Ya veo...

La abuela tampoco insistió. Le dijo un par de cosas más sobre cuidarse y terminó la llamada.

...

En el hospital.

Apenas colgó el teléfono, la abuela se giró y miró a Enrique, que estaba sentado en la cama del hospital.