Un Amor Enterrado por Secretos romance Capítulo 21

Aunque había cierta anticipación en el aire, cuando Víctor finalmente lo admitió, todos se quedaron en shock.

Sonia, con una sonrisa fría y distante, parecía no reconocer ya al hombre frente a ella.

Ella y Víctor habían sido amigos desde pequeños. Como le había contado antes a Laura, desde los cinco años Víctor siempre estuvo ahí para protegerla. Iban juntos a la escuela, hacían los deberes juntos y él siempre le preparaba innumerables sorpresas para verla sonreír. Incluso cuando se separaron, mantuvieron contacto; sus cartas estaban llenas de cariño y pasión. Aunque nunca confesaron abiertamente su amor, todos a su alrededor asumían que terminarían casándose.

Hasta que ella regresó y descubrió que Víctor ya tenía novia, y esa novia era su propia hermana. Aunque todos decían que era una venganza, ¿qué clase de venganza permitiría sentimientos reales? Ella debió haberlo anticipado.

Las lágrimas rodaron por las mejillas de Sonia mientras observaba cómo Víctor rompía una botella tras otra, liberando la melancolía y frustración acumuladas en su interior. Sus palabras resonaron en la habitación, llenas de un dolor profundo y apenas contenido.

—No puedo olvidarla. Simplemente no puedo. ¡Quiero estar con Lala!

Los últimos seis meses sin Laura habían sido un tormento para él.

Recordaba constantemente los momentos vividos juntos.

En esta misma casa habían compartido un amor intenso, se tomaban secretamente de la mano, se besaban apasionadamente, incluso habían planeado escapar juntos. Ella siempre se preocupaba por él; dormían abrazados, dependía totalmente de él y deseaba casarse.

Sus ojos siempre sonreían con un brillo especial que lo incitaba a besarla una y otra vez.

Estos recuerdos estaban grabados en su memoria, imposibles de borrar.

Borracho o sobrio, la mente de Víctor estaba completamente dominada por Laura.

Su rostro, su voz suave llamándolo hermano, sus conmovedoras lágrimas, todo aquello lo ataba firmemente a ella, haciendo que incluso su aroma permaneciera en sus sentidos con cada respiración.

Nunca imaginó terminar así.

Antes era arrogante e implacable, capaz de aguantar cualquier sacrificio por llevar a cabo su venganza. Pero ahora lo había perdido todo. Su plan resultó ser un error: había lastimado a la única persona que verdaderamente lo había amado. Ahora solo podía hundirse en alcohol y recuerdos, incapaz de salir adelante.

No entendía por qué el dolor era tan insoportable.

Era como si Laura se hubiese llevado su corazón, dejándolo vacío y desesperado.

Solo el alcohol lograba aliviarlo un poco, pero ya fuera realidad o fantasía, alegría o tristeza, Laura ocupaba cada rincón de su mente.