Un Amor Enterrado por Secretos romance Capítulo 22

Víctor había pasado toda la noche en el avión, llegando finalmente a Tarcania justo antes de que comenzara el banquete de compromiso de Laura.

En el backstage, Laura acababa de terminar de cambiarse y se disponía a salir cuando Víctor irrumpió bruscamente en la habitación.

Ella se quedó inmóvil, sorprendida al verlo allí en ese preciso instante, pero pronto recuperó la compostura y asintió tranquilamente.

—Hermano.

Ella pronunció aquel término que había repetido infinidad de veces, pero esta vez Víctor ya no sintió el amor de antes.

Mirando a Laura vestida con su elegante traje de gala y sin ninguna expresión, Víctor sintió una amargura insoportable, como si se estuviera ahogando. Sus ojos se enrojecieron al instante, y la mezcla de culpa y nostalgia que sentía tras días sin verla lo impulsaba a querer abrazarla y proteger nuevamente esa figura frágil.

Sin poder contenerse, avanzó unos pasos y la llamó suavemente:

—Lala. —Su voz estaba cargada de emoción y dolor.

Pero Laura no reaccionó; solo lo miraba como a un extraño.

Desesperado, Víctor la contempló con ojos suplicantes.

—Lala, perdóname. Antes fui un idiota; utilicé nuestra relación para vengarme de Esther sin conocer la verdad, nunca debí herirte. Ahora sé que estaba equivocado, ¿podrías perdonarme?

Laura se mantuvo fría, sin odio ni alegría, y simplemente asintió:

—Ya escuché lo que tenías que decir, pero ya no me importa. Es casi la hora, debo ir al salón del banquete.

El corazón de Víctor se hundió como si un cuchillo lo hubiera atravesado, su rostro palideció.

—¿Aún me guardas rencor? Sé que cometí un gran error. Papá me golpeó, incluso me arrodillé para disculparme con Esther. Quiero compensarte. Al principio te utilicé, pero durante estos ocho años me enamoré de ti de verdad. ¿Me darías otra oportunidad? Hablaré con mis padres, no necesitamos aceptar ese matrimonio arreglado. Podemos fugarnos a un país donde los hermanos puedan casarse; pasaré el resto de mi vida amándote.

Los ojos de Víctor se llenaron de lágrimas, y su voz adquirió un tono triste y suplicante, como si estuviera a punto de llorar por ella en cualquier momento. Pero ya era demasiado tarde. Laura ya no lo amaba; ¿por qué él no podía entenderlo?