Tatiana
Lo que pedía Marco era complicado, y él lo sabía. Los alfas siempre presentaban a sus Lunas con orgullo y era una celebración… pero mi caso era extraño y escandaloso, por decir algo.
El desgraciado de Marco tenía razón, nunca había existido una Luna humana, ni siquiera Fabrizio, que había vivido tanto tiempo, pudo decirme que había escuchado un caso así.
Había estado en Medianoche, tenía tiempo viviendo entre ellos y Luna Nancy me había dado su bendición y su poder. Pero siempre había estado escondida, nadie sabía quién era yo realmente. Era una especie de invitada, no una más de la manada, un secreto a voces. Recuerdo la reunión donde supuestamente me iban a apoyar… y terminó en una pelea.
La manada me odiaba, y si bien Sebas hablaba en favor de los humanos… el odio estaba muy arraigado. Yo misma le dije que no era necesario, pensamos que íbamos a tener tiempo para decidir, pero ahora el tiempo se nos agotaba y Marco le exigía a mi mate… una decisión difícil.
Estábamos frente a varios lobos de nuestra manada, y también de otras, estaban nuestros enemigos, y nuestros amigos y aliados. Si Sebastián aceptaba que yo era su Luna, iba a obtener rechazo, y si no… el punto de Marco sería correcto: que mi mate me negaba, tenía vergüenza de mí. Él ganaría y tendría el apoyo de todos.
Y yo tenía miedo, por lo que iba a escuchar, y también porque dijera lo que dijera Sebastián, Marco no me iba a soltar; pero no decir nada no era una opción. Si yo era de verdad su mate, él no iba a poder quedarse callado.
Francamente, no sabía cómo íbamos a salir de esta.
Pareciera que el bosque se quedó en silencio, lobos, rogues, alfas heridos se iban acercando, mis hermanos, mis amigos... cada vez se acercaban más personas que serían testigos de lo que mi mate dijera.
Todos esperaban… pero jamás imaginé lo que iba a salir de sus labios.
—Tatiana… es realmente mi mate destinada. Fue encontrada en el bosque de niña. Su padre era un Alfa, de la manada Razzio... que no aceptó a su mate humana, y al igual que yo, tuvo miedo. Su cobardía lo terminó matando y poniendo en peligro a las dos mujeres que eran su única familia— decía.
—Marco… me preguntaste si reconocería a mi mate como Luna y estoy dando mi respuesta— dice y todos se quedan callados
—Ya sabemos que eres un ridículo romántico, no es necesario decir tantas estupideces, ve al grano— dice Marco presionándome la pistola en el pecho.
Yo intento contener mi miedo y respiro lentamente mientras lo sigo viendo a él. Jamás lo había escuchado hablar con tanta honestidad.
—Todos los lobos aquí presente están esperando escuchar mi confesión. Un Alfa debe reconocer sus errores, así como sus aciertos. Tatiana fue echada por mi padre, y yo lo ayudé, yo mismo la arrastré fuera de la frontera, tomándola por el brazo y sacándola como si ella fuese basura… nunca podré olvidar lo que le dije, y me arrepiento. Pero años después la volví a ver…— dice y por fin logra la atención de todos, ya ni siquiera las interrupciones de Marco funcionan, pues todos quieres escuchar la historia.
—Cuando mi lobo sintió el olor de ella, estaba emocionado, pero ella…no era lo que yo esperaba. He visto algunos encuentros entre mates…. pero el mío con Tatiana, debe haber sido el peor de todos. Me negaba a reconocerla. No quería tener una mate humana. Dejé que Marco la tratara mal. Aun cuando mi lobo se moría por dentro, aun cuando no podía sacar de mi corazón a esa belleza de mujer— dice él y algunos lobos se quedan cabizbajos, como si tuvieran vergüenza de lo que él está diciendo.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Una curvy para el Alfa
La estoy matando, pero necesitamos los capítulos que siguen por favor...
Apasionante, mas capitulos!...
Me encanta...