Noemí y Martín seguían aventurándose por los bosques y siendo felices. Henry y Mariela estaba segura de que dentro de poco me iban a decir que iba a ser tía. Cada quien había encontrado su lugar en la manada, y era lógico que mi hermana también quisiera seguir su vida.
Cada vez que pasaba el tiempo se conocía más mates entre lobos, rogues que pasaban a ser miembros de nuestra manada y humanos. Si bien cada vez más lobos encontraban sus mates… no era igual para todos.
Fabrizio tenía razón, la clave éramos nosotros. El pequeño pueblo en donde yo vivía ya se había convertido en una parte más de la manada. Por supuesto que gobernaban los humanos y todo ahí era lo más normal posible.
Pero no era de extrañar ver a los lobos andando por ahí, y todos se sentían seguro con ellos. Gaby y Sebastián habían llegado a un buen acuerdo, y ambos grupos se beneficiaban. ¡Si es posible estaba cada vez mejor!
—Te extrañaré, pero no hay nada mejor que ser libre para hacer lo que quieras hacer. Tú puedes con todo mi niña amada— le decía abrazándola.
Mis días se iban entre revisar cosas de la manada y también estar pendiente de Lobo Gris. Por supuesto que ya la manada no se llamaba Razzio, sino que investigamos el nombre anterior era ese, y así quedó.
Henry y Mariela se habían quedado allá como protectores, y solíamos vernos en el medio del bosque. Sabía también que Fabrizio iba allá a supervisar todo, aun cuando cada vez estaba más involucrado en los temas del Rey y en acabar con los planes de Marco y su familia.
Por supuesto, tenía que hacer todo esto de la forma más tranquila posible y aguantando las protestas de Sebas, que cada vez estaba más preocupado. Creo que tenía más nervios que yo.
—No tienes que hacer nada mate, yo puedo hacer todo esto, ¡Debes estar tranquila!— me decía.
—Yo estoy bien… en serio…—
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: Una curvy para el Alfa
La estoy matando, pero necesitamos los capítulos que siguen por favor...
Apasionante, mas capitulos!...
Me encanta...