Venganza Reencarnada de la Rica Heredera romance Capítulo 238

Así, sin libertad ni la vida que realmente deseaba, Penélope había pasado quién sabe cuánto tiempo. Por un lado, estaban los gastos médicos de su madre, y por el otro, la culpa moral que la atormentaba. Eso le impedía dormir en paz noche tras noche. A pesar de todo, ella quería obtener lo que deseaba con sus propias manos.

En realidad, los días que Liberto no había visitado la Villa Sueño del Cielo, Penélope pensó que era lo mejor. Significaba que el Sr. Liberto aún tenía a su esposa en su corazón y volver al hogar era lo correcto.

Además, no importaba lo que pasara, entre ellos no era posible...

Incluso si muriera, jamás le gustaría, y mucho menos se enamoraría de... un hombre casado.

Lourdes, al ver a la persona que se marchó enfadada, rodó los ojos y comenzó a recoger el desayuno que Penélope no había terminado, murmurando en voz baja: "Tercera en discordia, dicen, y qué relación de apoyo ni qué nada. Ya perdió la cuenta de cuántas veces ha mirado hacia arriba. Sabe bien que tiene esposa y aun así actúa de amante. Ay... Hoy en día estas chicas jóvenes realmente no saben lo que tienen. Viven en una enorme mansión de lujo, con una decena de empleados solo para ellas, y aun así no están contentas. Le dije un par de verdades y se enfada conmigo. Si tiene agallas... que no tome lo que no es suyo y no pida dinero. Y todavía dice... que él la obligó, que no tenía otra opción... De frente una cosa, y por detrás otra. No sé qué pretende. Si no fuera porque, quién sabe, algún día podría realmente convertirse en la señora de la casa y yo pudiera sacar algo de provecho, no me molestaría en atenderla."

Después de terminar de recoger, Lourdes lavaba los platos cuando una idea brillante cruzó por su mente y sonrió con confianza. "Por cómo has sido conmigo, te daré una mano."

Media hora después de que Penélope se fue.

Liberto acababa de terminar una reunión cuando su celular personal sonó. Sacó el teléfono del bolsillo, vio el número y deslizó la pantalla para contestar.

Liberto guardó el celular y al ver esto, Joaquín informó rápidamente, "Esta mañana los paparazzi tomaron fotos de la señorita con alguien de la familia Cruz, llevándola de regreso a la escuela. Sin embargo, nuestro equipo interceptó las fotos antes."

Liberto, con un tono que incluso él no notó como molesto, preguntó, "¿Las fotos?"

"Ya están en tu escritorio. Además, hay un rumor que se está propagando cada vez más en Floranova. Si esto sigue así, temo que no podremos contener la situación. Y si se descubre que todo es falso, podría volverse en nuestra contra."