Venganza Reencarnada de la Rica Heredera romance Capítulo 239

"¿Qué noticia?" Liberto estaba sentado frente a su escritorio, con un documento ya colocado frente a él. El archivo contenía las fotos que Joaquín había interceptado de los paparazzi, y sólo faltaba un paso para que la señorita de la familia Jara volviera a ocupar los titulares de los periódicos.

"La señorita Rafaela le ha regalado el broche 'Ojo del Océano' a Alonso. Este broche es bien conocido porque la señorita lo compró en una subasta por diez millones de dólares. Es una pieza única, creada por un maestro diseñador de joyas francés hace cien años, y ha pasado por muchas manos en el mundo. Finalmente, la señorita lo adquirió en su fiesta de mayoría de edad, siendo parte de un conjunto con el collar 'Lágrimas del Océano' que perteneció a la difunta señora Jara. Ahora se rumorea en el círculo social que la señorita ha dado este broche como símbolo de compromiso, y que la unión entre las familias Cruz y Jara es un hecho consumado."

Liberto hojeaba las fotos una a una. No parecían capturas furtivas, sino más bien retratos cuidadosamente tomados, documentando su amor y dulzura. Con un tono despreocupado, comentó: "Es bueno que la señorita Rafaela sacrifique su reputación para generar beneficios para el grupo."

Joaquín respondió: "Yo pensaba que..."

"¿Qué pensabas?" Liberto le lanzó una mirada penetrante, dejando caer las fotos.

Joaquín bajó la cabeza y murmuró: "Nada, sólo pensé demasiado."

"Sal."

"Sí," respondió Joaquín, saliendo sin mirar atrás.

Cuando la oficina quedó vacía, la mirada de Liberto se hizo más profunda.

Rafaela no era ajena al escándalo; su reputación no le importaba. Pero Alonso... un hombre de alta cuna, valorando tanto su nombre, un ser intachable y casi inalcanzable, había sido comprometido por Rafaela. Naturalmente, el impacto sobre la familia Cruz era más significativo. La familia Cruz había mantenido una impecable reputación durante años, y ahora Alonso había sido el eslabón débil.

El broche de diez millones de dólares traería a la familia Jara beneficios de decenas o incluso cientos de millones, así que claramente no estaban perdiendo.

Alonso respondió: "No."

Quizás Rafaela no lo sabía, pero Alonso ya había tomado las riendas de la familia Cruz, y ahora todo se decidía bajo su mandato.

En cuanto a los demás... Todos tenían que seguir las directrices de Alonso para mantener su lugar en la familia Cruz.

"Eso es bueno," dijo Rafaela, sintiéndose un poco culpable por él. Desde pequeña, había causado muchos problemas, y siempre había sido Alonso quien la había protegido.

"¿Estás casado y se ha divulgado este tipo de noticia, no estará enojado?"