*San Francisco, Estados Unidos, diez de la noche del día anterior.*
Raúl, vestido con un impecable traje de negocios azul oscuro, salió del tribunal seguido por su equipo de seis abogados de élite. Una multitud de reporteros extranjeros los rodeó, ávidos por una entrevista.
Los camarógrafos apuntaban sus lentes hacia el grupo, transmitiendo en vivo…
En las pantallas gigantes se proyectaba el rostro de rasgos finos y atractivos de Raúl, mientras respondía en un perfecto inglés americano a las preguntas de la prensa. Detrás de él, una mirada se posaba de vez en cuando en aquel hombre excepcional…
Cuando llegó una camioneta, y después de responder brevemente algunas preguntas, Raúl se disponía a irse. Una reportera, con un español torpe, le hizo una última pregunta:
—Cuando regrese a su país, ¿qué es lo primero que le gustaría hacer?
Raúl miró a la cámara, una leve sonrisa se dibujó en sus labios y un brillo de anhelo apareció en sus ojos.
—Ir a buscar a mi prometida…
Esa frase causó un revuelo, pero nadie sabía quién era la prometida de Raúl.
***
Una vez terminada la entrevista, ya en el vehículo, el asistente de Raúl le envió un mensaje: [El Grupo Huerta se ofrece a enviarnos un avión privado para volver al país].
Durante los últimos tres años, todos habían estado hasta el cuello con el caso financiero y por fin podían respirar.
—Es nuestra última noche, ¿qué tal si vamos a tomar algo para celebrar? —propuso uno de ellos.
—Pedro, sabes que no aguanta nada. Con una copa se cae —lo interrumpió Olga con una sonrisa.

Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Venganza Reencarnada de la Rica Heredera
Excelente novela...