¿Prometido?
¿Desde cuándo Penélope tenía un prometido?
Ah, de pronto Rafaela recordó algo. Al principio había pensado que el novio del que tanto hablaba era solo un invento para quitarse a la gente de encima, pero no esperaba que fuera verdad…
Si era así, la cosa se ponía interesante. Si Raúl se enterara de que, en los años que estuvo fuera, la mujer que él llamaba su prometida había sido la mantenida de otro hombre en una mansión, con una relación de lo más turbia…
En ese momento, Rafaela entendió por qué Penélope había puesto esa cara tan extraña. El hombre que amaba había vuelto, pero en lugar de alegría, parecía tener miedo de que él descubriera algo.
—¡Tú cómo entraste! ¿Quién te invitó? De verdad que Dios los cría y ellos se juntan… —soltó Maritza sin pelos en la lengua, viéndolo con esa pinta de muerto de hambre que era idéntica a la de aquella rancherita.
Maritza había heredado por completo el carácter de Octavia: decía lo que pensaba sin miedo a ofender a nadie. Ni siquiera… Alonso dijo nada, permitiendo el comportamiento de su hermana.
Raúl tomó la mano de Penélope y la protegió detrás de él.
—Vaya, parece que la educación que da la familia Cruz no es para tanto. Aunque los Cruz tengan mucho poder en Floranova, usted debería medir un poco más sus palabras, señorita Maritza. No vaya a ser que alguien con malas intenciones se aproveche, use a los medios y arme un escándalo que les traiga problemas.
Maritza estaba a punto de contestar.

Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Venganza Reencarnada de la Rica Heredera
Excelente novela...