Resumo de Capítulo 1032 – Uma virada em Viviendo con Mi Jefa Esposa de Internet
Capítulo 1032 mergulha o leitor em uma jornada emocional dentro do universo de Viviendo con Mi Jefa Esposa, escrito por Internet. Com traços marcantes da literatura Urbano, este capítulo oferece um equilíbrio entre sentimento, tensão e revelações. Ideal para quem busca profundidade narrativa e conexões humanas reais.
Wilbur sacudió la cabeza y se echó a reír.
Se dio cuenta de que era de alguien rico que quería ser dominado. Quería buscar una mujer fuerte para satisfacer sus necesidades especiales.
No era nada raro porque había muchas cosas escandalosas en la web oscura.
Siguió navegando por la página y pronto le llamó la atención una publicación.
Alguien buscaba a dos cultivadores de nivel Santuario para explorar un reino oculto. El precio era de cien millones de dólares.
Era mucho dinero.
Inmediatamente hizo clic en la publicación para obtener más detalles.
El cartel pedía que el participante fuera un cultivador de nivel Santuario. El trabajo consistía en proteger al anunciante mientras exploraba un reino oculto y proteger su seguridad de las amenazas del reino oculto. Todos los objetos pertenecerían al anunciante. Cada cultivador recibiría cien millones de dólares como pago. Los que quisieran aceptar la misión podían dejar un comentario y se les contactaría lo antes posible.
Wilbur dejó un comentario sin dudarlo y dejó su número de contacto.
Solo el anunciante podía ver los comentarios. La configuración de privacidad de la web oscura siempre había sido bastante considerada.
Tenía buenas críticas en todo el mundo.
Wilbur se desconectó de la web oscura y se fue a meditar a su habitación.
...
Era tarde por la noche.
Un avión internacional aterrizó en el aeropuerto de la Ciudad Seecher.
Una sensual mujer occidental salió del avión. Tenía el pelo rubio largo, un traje de cuero completo, un cuerpo magnífico y maquillaje glamoroso.
A continuación, salió del aeropuerto. El chófer del Hotel Palacio Gran César la estaba esperando en un lujoso coche.
La mujer subió al coche y se dirigió al hotel.
Se registró en la suite presidencial y dejó su equipaje. Se miró en el espejo y se sintió satisfecha de su belleza.
La mujer sonrió y contestó: "Puedes llamarme Debbie".
"Debbie. Qué nombre tan bonito. ¿Bebemos?". Vivian parecía abierta de mente.
En su trabajo de acompañante había conocido a todo tipo de personas con distintas orientaciones. Honestamente, estaba bien con cualquier género.
Vivian sirvió copas para ella y Debbie. Entonces, levantó su copa.
Debbie sonrió y levantó su copa también. Se bebieron las copas de un trago.
Debbie abrazó a Vivian cuando dejó su copa. Su mano alcanzó el interior de su muslo.
Vivian gimió, pero sus ojos estaban fijos en Debbie.
Debbie se lamió los labios y la manoseó con más fuerza.
Vivian tampoco se contuvo. Introdujo la mano en la ropa de Debbie y empezó a tocarla.
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