Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 112

Wilbur se desplomó débilmente en su silla y murmuró: "Así que así es un apostador".

No utilizó ninguna de sus habilidades, participando en la sesión de juego como una persona corriente.

Wilbur se esforzó por meterse en el papel de jugador. Experimentó los sentimientos que acompañan al juego. La emoción de ganar, la frustración de perder y el frenesí que se apoderaba de él tras perder mucho dinero.

La emoción lo mantenía excitado con el aumento de adrenalina en su cuerpo.

La sensación era más intensa que la de una montaña rusa y le hacía comprender por qué se decía que el juego era adictivo. Realmente lo era.

Estaba desesperado como un jugador que lo ha perdido todo.

Kenji se echó a reír en ese momento.

Wilbur había perdido cuatro millones de dólares. Además, había pedido prestados otros cuatro millones. En una noche, perdió un total de ocho millones de dólares.

Kenji recuperó sus pérdidas de la mañana y obtuvo varios millones de dólares de beneficio en una sola noche.

Wilbur estaba bajo su control. Kenji podía manipularlo a su antojo.

Mientras tanto, Wilbur analizaba en secreto: "He perdido ocho millones de dólares en una sola noche. Es una suma importante, sin contar los intereses. Una pequeña sesión de juego les hizo ganar ocho millones de dólares en una noche. Probablemente no hay muchos negocios multimillonarios que puedan ganar ocho millones de dólares al día. Es una cantidad de dinero que asusta. ¿Quién sabe cuánta sangre se ha sacrificado?".

Lenny Detroit era un buen ejemplo.

Afortunadamente, aún conservaba su patrimonio. Kenji solo lo estaba explotando lentamente y no lo perjudicó directamente.

'Kenji seguro que sabe lo que hace', concluyó Wilbur.

"¿Ah, sí? No te creo", respondió Wilbur con indiferencia.

Kenji entrecerró los ojos y habló despacio: "Aún eres demasiado joven e inexperto para jugar a esto conmigo".

Wilbur replicó: "¿Crees que no lo sabía? Los cuatro estaban conspirando juntos para arreglar el juego. Por eso perdí tanto dinero. ¿Crees que soy tan ingenuo?".

"Amigo, ni se te ocurra evadir tu deuda después de perder tu dinero. Te haré devolver hasta el último centavo que debes. ¡Guardias!".

Kenji gritó y dos guardaespaldas se adelantaron inmediatamente. Pusieron sus manos sobre los hombros de Wilbur mientras dos dagas se clavaban en su cintura.

"Si no tienes dinero, tendrás que pagar con tu vida", dijo Kenji en un tono escalofriante.