Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 113

Wilbur se echó a reír y dijo: "El asesinato ya es un delito capital, y el tráfico de órganos después del asesinato solo te meterá en más problemas. ¿No tienes miedo?".

"¿Miedo?". Kenji soltó una carcajada. Tardó un rato en volver a decir: "El clan Lilith tiene el poder en Ciudad Seecher. ¿A quién tengo que temer? Amigo, no sabes nada de esta sociedad".

Wilbur frunció el ceño y preguntó: "¿Te refieres a una de las tres familias prominentes de Ciudad Seecher, como se rumorea?".

"Parece que sabes un poco. Así es, soy miembro del clan Lilith. La influencia de nuestro clan abarca tanto la política como los negocios. Dime, ¿a qué debo temer?", preguntó Kenji con arrogancia.

Wilbur preguntó: "¿Crees que el clan Lilith está por encima de la ley?".

"Lo creo. Los seres como nosotros existen más allá de las limitaciones del mundo ordinario. Amigo, aún eres muy joven. Puede que conozcas a las tres familias prominentes, pero no entiendes el terrorífico poder que tenemos". El rostro de Kenji mostraba una expresión de extrema diversión al pronunciar aquellas palabras.

Wilbur suspiró.

Pasó su juventud en el extranjero, por lo que no estaba muy familiarizado con la situación de su país de origen.

Sin embargo, sabía que las familias prominentes poseían influencias que la gente corriente difícilmente podía alcanzar.

No esperaba que fueran tan desenfrenados y arrogantes.

Después de un rato, dijo lentamente: "Kenji, te doy una última oportunidad para confesar tus crímenes. Prometo no involucrar al clan Lilith".

"¿Qué has dicho?".

Kenji se quedó boquiabierto. No podía creer lo que oía.

Wilbur frunció el ceño, sin molestarse en repetirlo.

Kenji volvió en sí al cabo de un momento y soltó una carcajada maníaca. Se reía mientras señalaba a Wilbur, con una clara expresión de incredulidad en el rostro.

Los demás jugadores dejaron de disimular y estallaron también en carcajadas. Era como si acabaran de oír el chiste más gracioso de la historia.

Wilbur sacudió la cabeza y se lamentó: "Ustedes no tienen salvación".

Kenji finalmente dejó de reír y su rostro fue adquiriendo un aspecto amenazador.

"Amigo, dime si me lo vas a pagar".

Wilbur sonrió y dijo: "No tengo dinero".