Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1363

Ver como la multitud volvía a la normalidad dispersó por fin el terror que había en los corazones de las personas no afectadas. Miraron a Wilbur, abrumados por las emociones.

Imágenes de lo que acababa de suceder pasaron por sus mentes mientras el terror llenaba sus corazones en medio de su estado de aturdimiento.

El resto de los habitantes de Millerton se sentían como si acabaran de despertar de una pesadilla realista y aterradora.

Justo entonces, el gobernador llegó corriendo con un equipo de personas. Corrió hacia Sandy y Lilian, estrechándolas entre sus brazos. "¿Se encuentran bien?".

"Estamos bien".

Sandy y Lilian se recostaron en el hombro de Keane, estallando en sollozos.

Keane dejó escapar un largo suspiro.

Lo que acababa de ocurrir era realmente aterrador.

Él había caído en un estado de hambre y sed de sangre abrumadoras, pero había reunido a su equipo de seguridad en cuanto recobró el sentido y corrió hacia la iglesia de Pumido.

Afortunadamente, su mujer y su hija estaban bien. Esto le tranquilizó considerablemente y pudo relajarse bastante.

La sincera preocupación en la voz de Keane le dejó claro a Sandy que nunca había sido que su marido la hubiera dejado de querer. Simplemente, no sabía expresarlo.

Sandy abrazó a su marido con fuerza, el calor llenándole el pecho. Al mismo tiempo, también se sentía profundamente arrepentida por no haber escuchado el consejo de su marido.

Finalmente, Keane se calmó.

Palmeó las espaldas de Sandy y Lilian. "Vayan a casa ahora mismo. Tengo muchas cosas que atender. Todavía es muy peligroso aquí afuera".

"Keane, este es el señor Wilbur Penn. Salvó a todos y acabó con Kolton y los otros. Es un héroe para la gente de Millerton", dijo Sandy, mirando a Wilbur con solemnidad.

Keane se volvió para mirar a Wilbur, confuso.

Wilbur sonrió. "Encantado de conocerlo. Soy el Papa de la Iglesia del Señor del Dragón de Llamas, estoy aquí para investigar el caso del incendio de mi iglesia".

Wilbur se sentó en el piso más alto en que se hallaba el despacho, mirando a Millerton con una expresión solemne.

Lilian y Sandy se mantuvieron a un lado, respetuosas, con la expresión de Lilian abrumada por el respeto.

Sandy miraba a su hija, complacida.

Wilbur, sin embargo, estaba abrumado por sus pensamientos.

Pumido era verdaderamente aterrador. Parecía que la gente de esta creencia ni siquiera era de este mundo.

De lo que no cabía duda era de que rendían culto a algún tipo de espíritu maligno.

Wilbur incluso estaba dispuesto a creer que Kolton y los demás no eran de este plano de existencia.

Pero si ese era el caso, ¿de dónde venían? Podría ser... ¿del reino Caótico?