Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1378

Wilbur asintió y la vendedora de antes se dio la vuelta de mala gana.

Tasha llevó a Wilbur a curiosear entre las joyas, sonriendo mientras le preguntaba: "Señor, ¿cómo puedo dirigirme a usted?".

"Trevor Penn", respondió Wilbur.

Tasha sonrió. "Señor Penn, por favor, eche un vistazo a este artículo".

Tasha señaló un mostrador, donde se exhibía un diamante rojo sangre. El diamante era del tamaño de un huevo de codorniz y completamente carmesí. Estaba tallado con ocho facetas que refractaban un radiante resplandor rojo. En medio de su exquisita belleza, transmitía una conmovedora sensación parecida a la de la sangre fresca.

Wilbur lo miró, atraído, y lo examinó de cerca. En ese momento, Tasha hizo que el personal sacara el diamante de sangre junto con su caja, colocándolos sobre el mostrador.

"Señor, este es un diamante de sangre de veintiún quilates, de una pureza excepcional, sin impureza alguna. Es de la más alta calidad y acaba de llegar a nuestra tienda como nuestro producto estrella", presentó Tasha con una sonrisa.

Wilbur, satisfecho con el diamante de sangre, asintió y preguntó: "¿Cuánto cuesta?".

"35 millones", respondió Tasha, aún sonriendo.

Wilbur dudó un momento. 35 millones de dólares soberanos eran casi dos millones de dólares dashan. Le hizo estremecerse un poco.

Sinceramente, nunca había comprado un artículo de lujo tan caro. Sin embargo, ya que lo había visto, no sería tacaño. Asintió con la cabeza y dijo: "De acuerdo, me lo llevo".

"Muy bien, señor. Ahora mismo le tramito el papeleo", dijo Tasha con una sonrisa radiante, consciente de que se estaba ganando una sustanciosa comisión.

La vendedora que había atendido antes a Wilbur miró a Tasha con expresión resentida, aunque no se atrevió a expresar sus quejas.

Justo entonces, un hombre y una mujer entraron en la tienda, acompañados de dos hombres fornidos que parecían guardaespaldas.

El hombre, de unos treinta años, vestía a la moda y llevaba gafas de sol. La mujer, alta y con figura de modelo, desprendía un aura refinada.

Al ver la sobrecogedora reacción de Christa, Louis rio a carcajadas y dijo: "Me lo llevo. Envuélvemelo en la caja más exquisita. Solo una joya como esta es digna de la belleza sin igual de la señorita Christa".

"Sí, por supuesto. Se lo envolveré inmediatamente en la caja de regalo más exquisita. Solo una joya así es digna de la extraordinaria belleza de la señorita Christa". Tasha no solo halagó a Louis, sino que ahora incluso empezó a adular a Christa.

Louis sonrió orgulloso y Tasha indicó inmediatamente a la vendedora de antes que preparara la caja de regalo.

Sin embargo, en ese momento, una voz fría la interrumpió: "Señorita Tasha, creo que este diamante parece haber llamado primero mi atención, ¿no es así?".

Wilbur miró fijamente a Tasha.

Al oír esto, Tasha respondió rápidamente: "Le pido disculpas, señor, pero Louis es nuestro estimado invitado y él tiene la prioridad para elegir".

"Déjate de tonterías y déjalo ahí", maldijo Wilbur sin dudarlo.