Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1534

Sarah miró la sangre que se escurría entre sus dedos y luego miró a la señora con incredulidad.

"¿Has perdido la cabeza, Donna Sue?". Sarah cayó al suelo dolorida.

Sin embargo, Donna se abalanzó sobre Sarah mientras sujetaba el cuchillo para frutas. Levantó el cuchillo y gritó maníaca: "¿Quién es? ¡Dime quién es el tipo!".

Donna agitó el cuchillo para frutas locamente y Sarah supo que Donna se había vuelto loca, así que se esforzó por responder: "Es Wilbur Penn. Es por Wilbur Penn".

"¿Quién es Wilbur Penn? ¿Por qué él?", gritó Donna.

Sarah estaba pálida. Dijo débilmente: "Fue él quien ayudó a resolver mi problema familiar".

"¿Dónde está ahora?", gritó Donna.

Sarah se estaba desangrando. Tartamudeó: "En mi casa, en la Mansión Nees".

Sarah sabía que moriría si no le respondía a Donna.

Donna estaba loca y ella la conocía bien. Sabía que Donna era capaz de hacer cualquier cosa.

Donna se levantó lentamente. Llamó tranquilamente a la ambulancia y se vistió. Luego, guardó el cuchillo para frutas en el bolso y cogió el teléfono de Sarah antes de marcharse.

"La ambulancia llegará pronto. Ellos te salvarán".

Sarah usó sus últimas fuerzas para preguntarle a Donna: "¿Qué vas a hacer?".

"Voy a matar a Wilbur Penn, el que me robó a mi amante. Quiero que tú también sientas lo que es perder a alguien a quien amas". Para entonces, Donna había desaparecido de la puerta.

Sarah se desmayó debido a la pérdida de sangre.

Sin embargo, no estaba preocupada por Wilbur. No había forma de que Donna pudiera matarlo.

En cambio, estaba un poco preocupada por Donna. Se preguntaba si Donna sobreviviría si atacaba a Wilbur.

Sarah cerró los ojos lentamente y perdió la consciencia.

Pronto llegó la ambulancia y los paramédicos descubrieron a Sarah en la habitación, por lo que se apresuraron a realizarle un tratamiento de emergencia y la enviaron al hospital.

Mientras tanto, en la Mansión Rocher, Seamus finalmente se detuvo después de dos horas.

Seamus soltó una sonora carcajada. La daga giraba a su alrededor bajo su manipulación y emitía una energía aterradora.

...

Mientras tanto, en la Mansión Nees, Wilbur meditaba en la sala mientras esperaba a uno de los empleados del Cabo.

Donna llegó a la mansión en ese momento. La detuvieron en la entrada.

"¿A quién buscas?", preguntó Hendrix, un criado de los Nees.

Donna sonrió y contestó: "Busco a Wilbur Penn".

"¿Y tú eres?". Hendrix no se atrevió a ignorarla porque buscaba a Wilbur. Se mostró respetuoso.

Donna sonrió y contestó: "Soy su amiga. Tengo algo que discutir con él".

"Pase, por favor. La llevaré con él". Hendrix se inclinó y le dio la bienvenida.

Donna entró en la mansión sin obstáculos.