Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 157

¿Quién demonios era este tipo? Todos los hombres de Remy fueron abatidos antes de que pudiera parpadear.

Temblaba mientras miraba a sus hombres en el suelo. Todos y cada uno de ellos estaban inconscientes y sangrando o aullando de agonía por sus huesos rotos. Ninguno podía siquiera mantenerse en pie.

Remy se giró para mirar a Wilbur temblorosamente. "Hermano, hablemos de esto. Puedo darte todo el dinero que quieras".

Wilbur soltó una carcajada. Arrastró un taburete y se sentó frente a Remy. Sacó sus cigarrillos, encendió uno, le dio una larga calada y sopló el humo en la cara de Remy.

"Me gusta el dinero. Diría que me gusta mucho. Pero, ¿cómo vas a conseguirme el dinero?". Wilbur frunció el ceño.

Remy dijo al unísono: "¡Dime cuánto quieres y el dinero será tuyo! O podemos trabajar juntos y tú te llevas la parte que quieras. Será un honor estar bajo tu protección. Estoy seguro de que ganaremos miles de millones en un año sin pestañear".

"¿Es tan fácil?". Dijo Wilbur, poco convencido.

Remy asintió enérgicamente. "Tienes que creerme. Este negocio es una vaca lechera que nunca se queda sin leche. Te lo juro".

"¡Hijo de p*ta!".

De repente, Wilbur le dio una fuerte patada a Remy en el pecho.

La sangre brotó de la boca de Remy al salir volando, chocando con fuerza contra la pared de cemento antes de deslizarse hasta el suelo. Prácticamente se le había hundido el pecho y estaba en su último aliento.

"Dije que me gustaba el dinero, pero tendría pesadillas ganando dinero así", dijo Wilbur con frialdad.

Remy tenía la cara cubierta de sangre y el pecho le temblaba, incapaz de pronunciar una sola palabra.

Wilbur hizo una mueca. Salió y empujó una de las puertas.

Dentro había un hombre y una mujer, completamente desnudos mientras ofrecían un espectáculo. No se percataron de la aparición de Wilbur.

Por la expresión de sus caras, era obvio que habían sido drogados. Eran ajenos al resto del mundo.

Indra seguía temblando. Se acurrucó en un rincón. Estaba claramente traumatizada y no oía ni una palabra de lo que decía Wilbur.

Wilbur suspiró. La niña estaba aterrorizada.

Claro que lo estaría, porque le había ocurrido algo así recién salida de la escuela.

Pero ya estaba fuera de peligro y Wilbur regresó al estudio fotográfico. Buscó su teléfono e hizo una llamada a Elsa.

Fue directo al grano. "Jefa Janae, tengo algo bueno para ti. Traiga un equipo, cuanto más grande mejor. Mejor aún si son mujeres. He encontrado una guarida del crimen y todo está bajo control. Ahora mismo te envío la localización".

Colgó el teléfono y envió el pin de localización a Elsa a través de un mensaje de texto.

Luego encontró unas cuantas prendas más y se las lanzó a Indra antes de volver con Remy.

Para entonces, Remy por fin podía hablar. Se tumbó en el suelo mientras suplicaba: "Por favor, por favor, déjame ir. Tengo más de mil millones de dólares. Puedo dártelo todo. Por favor... por favor...".