Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 2349

Johnson recogió el metal de activación del suelo y regresó al Robot Satán. Abrió la entrada de energía del lado derecho e insertó el metal en su lugar.

Una vez en la cabina, vio dos barras de energía en la pantalla: una estaba a solo el diez por ciento de su capacidad, mientras que la barra recién añadida estaba al cien por ciento.

Una sonrisa de satisfacción apareció en los labios de Johnson mientras murmuraba: "Perfecto. Ahora, María, allá voy".

Justo cuando estaba a punto de pilotear el Robot Satán, Wilbur apareció en el pasillo, diciendo: "Johnson, por fin te encontré".

"¿Wilbur? ¿Sigues vivo? ¿Qué demonios está haciendo Fawkes? Debe estar volviéndose loco".

"Johnson, para lo que estás haciendo ahora mismo, o no me contendré".

Wilbur empezó a recitar un hechizo, y la Lanza de Dragón Celeste se materializó en su mano derecha. Mientras tanto, Johnson, que pilotaba el Robot Satán, retrocedió. Aprovechando un momento en que Wilbur estaba distraído, Johnson se volvió de repente y se lanzó hacia el balcón.

"¿Crees que puedes escapar? ¡No tan rápido! ¡Toma esto!".

Wilbur lanzó la Lanza del Dragón Celeste con precisión. Johnson hizo que el Robot Satán saltara desde el balcón, aterrizando en el borde del piso más bajo. Con una mano agarrada a la baranda del balcón, miró hacia atrás justo a tiempo para ver cómo la lanza se clavaba en la pared del edificio de enfrente.

"¡Qué despreciable! Wilbur, ¡me encargaré de ti después de matar a María!".

Johnson se lanzó al balcón. Wilbur se acercó corriendo al borde y miró hacia abajo, pero Johnson ya estaba fuera de su vista, lo que lo hizo fruncir el ceño, frustrado. "Ese desgraciado".

El coche se detuvo frente al Hotel Harry. Mirando hacia arriba, Wilbur vio al Robot Satán escalando rápidamente el edificio. Johnson alcanzó el piso quince antes de atravesar una ventana y entrar en la habitación.

Sin perder tiempo, Wilbur saltó por los aires, usando los equipos de aire acondicionado como puntos de apoyo para subir rápidamente al piso quince. Al entrar en la habitación, vio al Robot Satán con su ametralladora apuntando a María, que vestía un simple bata de baño.

"Mosca fastidiosa, no puedo deshacerme de ti", se burló Johnson.

Wilbur no pudo evitar reírse por dentro, sabiendo que con su aura de dragón podía sentir cualquier cosa en un radio de cien metros. El robusto Robot Satán nunca pudo evadir su detección.

"Me ocuparé de ti en un momento", gruñó Johnson, centrando su atención en María. "María, zorra traidora. ¿Te parece honorable traicionar a tu hombre?".