Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 2431

Holt alzó la mirada, y el Mensajero Oscuro preguntó con voz firme:

"Déjame preguntarte algo, Holt. ¿Quieres que Skermann se involucre también en las guerras de Bahía Bullard?".

"Sí, señor", respondió Holt con seguridad.

El Mensajero Oscuro frunció el ceño, y su tono se volvió cortante:

"¡Explícame por qué estás desatando el caos en la Bahía de Bullard! ¿Cuál es tu verdadero propósito? Quiero una respuesta honesta".

Holt dudó un instante antes de responder:

"Señor, los habitantes de Bahia Bullard son infieles. La Iglesia de los Santos Illuminati, como vasalla del Valle de la Luz, tiene el deber de incitar al conflicto en esta región para afianzar nuestra influencia. Al sembrar el sufrimiento, la gente buscará refugio en la fe. De este modo, aseguraremos el legado eterno de Light Valley".

El Mensajero Oscuro asintió, satisfecho con la respuesta.

"Buena explicación. Ahora, dime, ¿sabes todo sobre Wilbur Penn, verdad?"

"Sí, señor", confirmó Holt.

"Entonces escucha con atención: necesito que lo atraigas. No importa cómo lo hagas, pero no debes matarlo. Lo quiero vivo. ¿Entendido?".

"No se preocupe, señor. Cumpliré sus órdenes", respondió Holt con determinación, aunque con un atisbo de intriga en su mirada.

Holt había perfeccionado técnicas para ocultar sus verdaderas intenciones durante años. Sin embargo, en el Valle de la Luz nunca se le cuestionó directamente sobre sus actividades en Bahía Bullard, por lo que nunca había tenido oportunidad de probar la eficacia de su estrategia. Esta vez, lo intentó, y resultó ser un éxito.

El Mensajero Oscuro parecía haber dado su aprobación tácita a las acciones de Holt en Bahía Bullard, lo que le dio confianza para seguir encubriendo su auténtico objetivo: corromper las mentes de los habitantes de la región y mantener viva la adoración al dios maligno al que rendía culto.

El General Arthur convocó con urgencia al Gremio de Cultivadores. La presión del conflicto repentino lo tenía al borde del agotamiento. Caminaba de un lado a otro frente a sus subordinados, tratando de encontrar una solución.

Steviat dio un paso al frente y lo saludó. "Señor, creo que solo queda una opción".

Arthur lo miró fijamente. "¿Cuál es?".

Steviat respondió con firmeza, "Debo llevar un equipo a la frontera de inmediato. Tenemos que infiltrarnos en el campamento militar de Ede, eliminar a su comandante en jefe y acabar con esta amenaza".

Arthur reflexionó brevemente antes de asentir. "No parece haber alternativa. Steviat, te ordeno reunir a veinte hombres y dirigirte a la frontera de inmediato. Tu misión es eliminar al oficial al mando de Ede y frustrar cualquier plan que tengan de atacarnos nuevamente".

Con esa orden, Steviat se preparó para liderar la peligrosa incursión, mientras Arthur y los demás cultivadores se enfrentaban a la incertidumbre que traería el amanecer.