Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 767

Faye levantó la cabeza y miró aterrorizada a Angie. "No lo sé."

La anciana soltó una serie de carcajadas. "¡Porque este lugar está en medio de la nada, y nadie me va a impedir que te torture! Este lugar es también donde planeo enterrar el cadáver de Trevor".

Faye no dijo nada. No era el momento indicado para hablar.

"El dueño de este lugar solía trabajar para mí", continuó Angie. "Después de venir hasta aquí, tuvo el descaro de decirme que tuviera una discusión pacífica con Trevor".

"¿Una discusión pacífica? ¿Qué hay que discutir sobre matar a mi hijo?", escupió la anciana. "¿Es solo porque es un experto Supersantuario, el más fuerte de la provincia de Kardon?".

El pecho de Faye se estremeció al oír esas palabras.

Esta vieja bruja sabía lo poderoso que era Wilbur, pero aún así se atrevía a desafiarlo. Vaya confianza que tenía.

¿Estaba segura de que era más fuerte que Wilbur?

Faye empezó a sentir pánico.

Ya no estaba preocupada por su propia seguridad, sino por la de Wilbur. ¿Y si Angie le había tendido una trampa y Wilbur caía en ella?

La vieja bruja vio la expresión de Faye y volvió a reírse.

"¡Bueno, le di de comer a los perros al obrero dueño de este lugar y a su familia!". La vieja bruja rio más fuerte, su voz se volvió maníaca.

Faye frunció el ceño.

Aquella vieja se había vuelto loca de verdad.

En ese momento, Angie se giró para mirar a Faye. Tres esferas de hechizo negro intenso aparecieron junto a ella.

Un aura aterradora penetró en el cuerpo y el alma de Faye, haciéndola temblar por todas partes.

"Solo acepta tu destino. Ambos se reunirán con mi hijo en la otra vida, pero antes de eso serán castigados".

Las esferas de hechizos se elevaron sobre Faye. Una cadena salió de dos de las esferas, rodeó las muñecas de Faye y la elevó en el aire.

Un largo látigo, envuelto en rugientes llamas negras, salió disparado de la otra esfera y comenzó a golpear a Faye.

Una serie de crujidos resonaron en el aire a la vez.

Faron, Elsa, Lily y el resto miraban ansiosos a Eileen.

Chester y Zeke estaban gravemente heridos, Faye había sido secuestrada y no aparecía por ninguna parte, y Wilbur aún no había regresado.

Eileen era la única que podía mantener el fuerte por ahora.

Vio que todos la miraban, así que empezó a canalizar energía espiritual hacia Chester y Zeke para intentar mantener su estado estable. Su voz era fría como el hielo cuando dijo: "Wilbur está en un vuelo de regreso. Llegará en unas horas. Nadie va a salir de esta isla. Todos esperaremos aquí".

Todos exhalaron un suspiro de alivio ante aquellas palabras.

Esta era la mayor crisis que habían encontrado desde que conocieron a Wilbur, una que los ponía a todos en grave peligro.

El oponente había herido a los discípulos de Wilbur y secuestrado a Faye. Nadie se atrevía a imaginar lo furioso que iba a estar Wilbur cuando regresara.

Poco después, un avión aterrizó en el aeropuerto de la Ciudad de Seecher.

Wilbur encendió el teléfono justo después.

Su expresión se ensombreció al ver los mensajes recibidos. Esta ira pareció hacer que la temperatura a su alrededor bajara significativamente mientras un aura helada irradiaba de sus huesos.