Resumo de Capítulo 813 – Capítulo essencial de Viviendo con Mi Jefa Esposa por Internet
O capítulo Capítulo 813 é um dos momentos mais intensos da obra Viviendo con Mi Jefa Esposa, escrita por Internet. Com elementos marcantes do gênero Urbano, esta parte da história revela conflitos profundos, revelações impactantes e mudanças decisivas nos personagens. Uma leitura imperdível para quem acompanha a trama.
"Sí, señor", gritaron dos de los hombres de Faron, haciendo lo que se les ordenaba.
Elsa también habló. "Traigan a Jayen Toss y a todos sus hombres para una investigación. A ver si están implicados en algún otro caso".
"¡Sí, señora!". Un grupo de agentes de las Fuerzas Especiales entró en acción.
En ese momento, Faron miró a Kory y a su mujer, sin saber qué decir.
Elsa se acercó a Lily. "¿Por qué no los dejas descansar un poco por ahora?".
Lily asintió, mirando a Kory y a su mujer.
Ambos sintieron como si se hubieran quitado un enorme peso de encima, inclinándose ante Faron y Elsa antes de marcharse.
Su caso se había resuelto de una forma que ninguno de los dos esperaba.
Cuando todos se fueron, Faron y Elsa intercambiaron miradas de confusión.
"Wilbur está de mal humor hoy".
"Sí que lo está. ¿Qué ha pasado?".
"¿Cómo voy a saberlo?".
"¿Quieres invitarlo a tomar algo?".
"No es mala idea".
"Vamos".
Ambos se pasaron un brazo por los hombros y se dirigieron a la habitación de Wilbur.
Cuando abrieron la puerta, vieron a Wilbur fumando en el salón sin emoción.
Ni Faron ni Elsa sabían lo que sentía.
Ambos sonrieron a Wilbur. "¡Hace tiempo que no bebemos juntos, hermano! ¿Estás libre esta noche?".
El Cabo y Comercio Internacional Everest firmaron un contrato por onchenta billones de dólares para extraer minerales en Freeca. Es un acuerdo muy prometedor, pero ha habido un gran problema de seguridad allí. La delincuencia es rampante y las armas ilegales se venden como caramelos. Everest ha sufrido grandes pérdidas, que también nos han afectado a nosotros. Ahora, Everest solicita que llevemos un equipo de seguridad armado para proteger las minas.
"¿Ochenta billones?". Faron y Elsa se sobresaltaron. Aquello no era una inversión pequeña... Faye era algo muy distinto, y el Consorcio de El Cabo también.
Wilbur frunció el ceño. "Pero, ¿las condiciones del futuro allí son buenas?".
"Oh, van muy bien. Everest tiene derechos mineros infinitos sobre una docena de minas. Son solo los problemas de seguridad los que les dificultan obtener beneficios, e incluso han causado un buen número de bajas. Por eso han acudido a nosotros en busca de ayuda", dijo Faye.
Wilbur dijo: "Bueno, entonces no parece un problema demasiado grave. Reúne un equipo de seguridad armado y envíalo. Si eso no funciona, enviaré a alguien para que haga guardia".
Wilbur tenía dos cultivadores de nivel Santuario y muchos cultivadores de nivel Ambiente a sus órdenes.
Formar un equipo de seguridad armado no era un problema.
En ese momento, sonó el teléfono de Faye. Lo miró y lo cogió, y la llamada tardó un buen rato en terminar.
"Hay problemas. El presidente de Everest está allí ahora mismo, y lo acaban de secuestrar. Piden cien millones de dólares de rescate. La hija del presidente llamó para pedir ayuda", dijo Faye preocupada.
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