Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 862

Aulló al cielo antes de cargar hacia Wilbur.

Su gigantesco cuerpo parecía una pequeña colina, haciendo temblar el suelo a cada paso.

Gobu empujó a Wilbur hacia delante, gritando: "¡Date prisa!".

Wilbur blandió su cuchillo de trueno hacia atrás y la cabeza de Gobu se desprendió de su cuerpo, cayendo ambas partes al suelo.

A pesar de que Gobu no era experto en combate, el ataque se produjo tan repentinamente que ni siquiera tuvo la oportunidad de agacharse.

La multitud jadeó aterrorizada.

Aquel hombre se había atrevido a matar a Gobu, un cultivador de nivel Santuario.

Kaxx y Sheldon se sobresaltaron y miraron a Wilbur con incredulidad.

Wilbur hizo una mueca de frialdad y, empuñando su arma, cargó contra el simio gigante.

Rodeó a la bestia en círculos a gran velocidad, lanzando una docena de ataques contra el cuerpo del simio mientras se movía.

Las defensas del simio se rompieron y aparecieron muchas heridas en su cuerpo.

A pesar de que las heridas eran leves, seguramente causarían algún daño si esto seguía así.

Por fin, la multitud encontró una pizca de esperanza en medio de su terror.

En ese momento, el simio lanzó un aullido mientras las runas de las llamas espirituales de su cuerpo se iluminaban.

Una aterradora ola de presión espiritual comenzó a extenderse.

La multitud recibió un nuevo susto. ¿Acaso no era esa la verdadera forma del simio?

Todos miraron nerviosos a Wilbur. Ahora era el único que podía salvarlos.

Wilbur lanzó también un grito y lanzó varios cortes con su cuchillo de trueno.

El simio agitó los brazos para defenderse y golpeó a Wilbur con sus enormes puños.

Cada puñetazo parecía emitir un sonido ensordecedor, y estaba claro lo poderoso que era el ataque.

Sin embargo, Wilbur se movía demasiado rápido y el simio apenas podía verlo.

No obstante, las defensas del simio también parecían haber aumentado. Los ataques de Wilbur con su cuchillo de trueno no lograron herirlo esta vez.

La multitud observó con nerviosismo. Si esto se prolongaba, el simio sería invencible.

Wilbur vio esto y gritó mientras activaba su Dominio: Tirano de Ningún Otro.

Sin embargo, las defensas del simio eran terriblemente resistentes. Fue capaz de desviar todos los rayos mientras seguía avanzando hacia Wilbur.

"¡Cazador Perdido!".

Wilbur lanzó un corte en el aire.

Una grieta larga y fina apareció de la nada y se extendió hacia el simio.

El simio abrió la boca y escupió una bola brillante de energía espiritual hacia la Grieta Espacial.

Un sonido explosivo retumbó en el aire. El Cazador Perdido no había causado ningún daño al simio.

Justo entonces, un enorme rayo apareció en el cielo, junto con un estruendo ensordecedor.

El simio también había alcanzado a Wilbur.

Todos observaban la escena con ansiedad.

Wilbur esbozó una mueca fría y saltó por los aires. Extendió la mano hacia el cielo, agarró el rayo y lo lanzó contra el simio.

La multitud se quedó estupefacta.

¿Cómo podía ese hombre utilizar así el poder natural del mundo?