Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 91

Wilbur se rio.

Este tipo extranjero no esperaría que Wilbur tuviera acceso a una red de información de talla mundial y a una hacker de élite también.

De lo contrario, los años que pasó liderando a los Mercenarios del Abismo no habrían transcurrido sin contratiempos.

Justo entonces, Wilbur sonrió. "Santiago Tivella. Estás implicado en varias estafas por todo el mundo y hay una orden de arresto contra ti. ¿Ahora intentas empezar algo nuevo en Dasha? Solo dinos la verdad. ¿Qué quieres de Cindy esta vez?".

La expresión de Santiago cambió de inmediato y empezó a sudar profusamente.

Nunca esperó que alguien en este país conociera su pasado.

Sin embargo, era un experto en su campo y no dejó traslucir su pánico. Permaneció en silencio, devanándose los sesos en busca de un plan.

Cindy, sin embargo, no estaba dispuesta a ceder esta vez.

Se levantó furiosa y señaló a Wilbur. "¿Qué intentas insinuar, Wilbur? ¿Cómo te atreves a acusar a mi novio de estafador? ¡Tendrás que hacerte responsable de esto!".

Wilbur decidió no andar con más rodeos y cambió el tono: "Te estás pasando de la raya. Echa un vistazo a esto".

Wilbur sacó su teléfono, abrió la orden de arresto que Layla le había enviado y se la pasó a Cindy.

Ella le echó un vistazo y empezó a temblar mientras sacudía la cabeza en señal de negación. "Imposible. ¡Esto no puede ser!".

"¿Imposible? Seguro que tienes mucha fe en él". Wilbur guardó su teléfono y se sentó lentamente para ver hasta dónde estaba dispuesto a llegar Santiago con sus mentiras.

Justo entonces, Santiago parecía extrañamente tranquilo. Le sonrió a Cindy y le dijo: "Querida, eso es pura mentira. No le hagas caso. Puedo llevarte mañana a nuestra sede si tienes alguna duda. Seguro que todos estarán más que encantados de tenerte allí".

Cindy se relajó de inmediato y luego miró a Wilbur. "¿Oíste eso? Realmente eres muy atrevido para inventar rumores como este".

Cindy se quedó un rato sin palabras antes de estallar de repente en una carcajada mientras lo señalaba. "¡Me voy a mear de risa! ¿Quién te crees que eres para despedirme?".

Wilbur permaneció en silencio y sacudió la cabeza. Le envió un mensaje a Faye para que la despidiera de inmediato. Mantener a alguien como ella en la empresa era demasiado arriesgado.

Cindy se enfadó aún más al ver a Wilbur ocupado con su teléfono. "¡Pedazo de basura inútil! ¡La única razón por la que estás comiendo conmigo en la misma mesa es porque somos compañeros de clase! De lo contrario, ¡ni siquiera tendrías derecho a estar a menos de dos metros de mí! Cómo te atreves a intentar usar nuestra relación como tema de conversación. ¡Argh!".

Nancy no aguantó más y se puso de pie. "Cindy, no abuses de tu suerte. Al fin y al cabo todos somos compañeros de clase. No puedes decir cosas así".

"¡Nancy, de verdad que eres tonta!". Cindy comenzó a regañar a Nancy una vez más. "Sé demasiado bien lo que este perdedor sin dinero está tratando de hacer. Está celoso de lo bien que nos va en la vida e intenta encontrar la manera de hundirnos para verse mejor. Esa es la razón por la que intenta acercarse a ti. No caigas en su trampa".

"Gracias por tu preocupación, pero sé en lo que me estoy metiendo. Tú, por otro lado, deberías pensar seriamente en lo que acaba de decir Wilbur".

Nancy sabía lo poderoso que era Wilbur y creía que no era de los que inculpaba así a los demás. Ese tipo extranjero era realmente sospechoso.