Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 340

El coche ahora abollado de Charlotte estaba en el patio tranquilamente. Ella caminó directamente hacia el coche.

“¿Adónde vas?”.

Charlotte escuchó de repente la voz clara y melodiosa de Zachary y se volteó hacia él. Solo entonces se dio cuenta de que Zachary estaba de pie debajo del plátano de sombra, no muy lejos de su coche.

'¡Zachary!'.

Erase una vez, el sonido de su voz era suficiente para ponerla nerviosa, para hacer que su corazón latiera contra su pecho.

Sin embargo, su impresión de Zachary ahora era peor que nunca. ¡Ella nunca volvería a admirarlo!

Ella frunció los labios con desdén.

“Soy perfectamente libre de ir a donde quiera. No necesito decírtelo”.

Zachary frunció el ceño.

“¿Garrison?”.

'¿Qué?'.

Charlotte se sorprendió. ¡Entonces, ella comprendió que Zachary sospechaba que iba a ir con Garrison!

Anteriormente, tenía tanto miedo de que Zachary la malinterpretara que rápidamente se explicaba cada vez que existía la posibilidad de un malentendido.

Sin embargo, ahora no era necesario.

Ella levantó las cejas con arrogancia, luego respondió con un tono desdeñoso y amargo: “¿Quizás? Pero antes de tener una cita con otro hombre, tendré que conseguir un anticonceptivo. Una vez que tome el anticonceptivo, podría encontrarme con Garrison en el Puente Arcoíris. O quizás, iré a ver a mi ex novio”.

Ella notó que la garganta de Zachary temblaba desde la distancia tan pronto como dijo eso. Su mirada helada, que la miraba fijamente, era fría y aguda como si quisieran convertirla en una escultura de hielo.

En el pasado, Charlotte habría estado tan asustada que se derrumbaría de rodillas.

Sin embargo, ahora albergaba un profundo resentimiento hacia Zachary y sorprendentemente no le tenía miedo. Su principal objetivo era enfurecerlo con cosas que no le gustaba escuchar.

“Te lo prohíbo”.

La mente de Charlotte vaciló.

Ella nunca pensó que, a pesar de sus circunstancias actuales, todavía sentiría una descarga eléctrica en el momento en que aterrizara en sus brazos. Ella tembló y, al mismo tiempo, se hundió en un montón de sentimientos como si fuera la mujer que él más atesoraba en el mundo…

“A partir de ahora, no puedes salir de aquí sin mi permiso”.

La voz de Zachary la golpeó como una droga.

Charlotte se despertó de su fantasía, como si le hubieran arrojado un balde de agua helada sobre la cabeza. “Zachary, ¿estás… poniéndome bajo arresto domiciliario otra vez?”.

La voz de Zachary se volvió aún más fría cuando sus ojos se encontraron con su mirada, que estaba llena de rebeldía y asco. “Te puse bajo arresto domiciliario durante un mes la última vez. Esta vez, tu encarcelamiento durará para siempre”.

Charlotte jadeó. Sus ojos estaban llenos de una mezcla de pánico e indignación.

Ella estaba a punto de replicar cuando llegó rápidamente un coche negro. Se abrió la puerta del coche y salió Garrison, mirando a Zachary con furia.

“¡Zachary Connor, déjala ir!”.